La tenista australiana, Ashleigh Barty, conquistó el Abierto de Australia, primer ‘Grand Slam’ de la temporada después de superar este sábado en la final a la estadounidense Danielle Collins, y rompe con una sequía de 44 años para los jugadores locales.
Barty tuvo que reponerse a un ‘break’ en el segundo juego del segundo parcial que le puso 3-0 abajo, y el 5-1 con el que consiguió adelantarse Collins tras romper de nuevo su servicio parecía encarrilar el duelo al tercer set.
Desde 1978, cuando Chris O’Neil alzó el título en categoría femenina, ningún otro tenista ‘aussie’ había logrado repetir el título en categoría individual, y la número uno del mundo, también primera finalista australiana en Melbourne desde Wendy Turnbull en 1980.
“¡Es un sueño realizado, estoy tan orgullosa de ser australiana!”, lanzó la jugadora de 25 años en la entrega del trofeo de manos de su ídolo Evonne Goolagong.
“Como australiana, lo más importante en este torneo es poder compartir con tanta gente, y vosotros, el público, simplemente habéis estado fantásticos”, añadió Barty unos minutos después de cerrar su partido ante Collins (30º) 6-3, 7-6 (7/2).
Fue su tercer ‘slam’ después de sus títulos de Roland Garros en 2019 y Wimbledon en 2021. Al llegar a la final, aseguró el número uno tras la conclusión de la competición y será su 113ª semana reinando la lista WTA.
Este domingo, Rafael Nadal buscará confirmar el milagro y convertirse en el primer jugador que levanta su título de Grand Slam número 21, en la final ante el gran favorito, el ruso Daniil Medvedev (2), quien viene de una polémica tras llamar estúpido a un juez.
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AR