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Argentina se impuso ante Croacia en el primer partido Semifinal de Qatar 2022 con tres goles a cero, convirtiéndose en el primer finalista

Croacia intimidaba hasta los cuartos de final y lo hizo durante los primeros minutos ayer. Fue organizada, fue rocosa, fue inteligente, pero el genio Lionel Messi, en dupla con su escudero Julián Álvarez disuadieron, burlaron, aprovecharon; vaya, fueron contundentes y fríos. Esas cosas que tienen los iluminados y los grandes equipos, que hacen ver fácil lo verdaderamente complicado. Ayer así fue Argentina y Messi, supieron domar a un complicado representativo croata y lo hicieron a base de mucho ingenio y gallardía, hoy esos mismos elementos los ponen en la final, esperando a Francia o Marruecos.

Los primeros instantes del encuentro fueron muy rocosos, con una Croacia que tuvo ligeramente mayor control, pero Argentina cuidó su territorio centímetro a centímetro. Ya pasado el minuto 10, Los Ajedrezados comenzaron a tener mayor control y más peligro, merodearon la parcela que cuidaba el guardameta Emiliano Martínez y ahí los sudamericanos comenzaron a sudar la gota fría.

Antes de llegar la media hora de juego, los croatas gozaron de bastantes llegadas, luego de hacer jugadas que nacían en el corazón del campo, ahí es donde estuvo la mejor virtud de la Selección europea. Lo que parecían pequeños intentos terminaron en vendavales, pero siempre el temple y sangre fría de la defensa pampera detuvo todos esos arribos.

Y justo cuando parecía que los pupilos de Zlatko Dalic tenían la “sartén por el mango”, ahí apareció un pase largo que llegó a los pies de Julián Álvarez, quien se quedó solo frente al portero Dominik Livakovic. El exjugador de River primero hizo un movimiento técnico para burlar el guardameta, pero este último se valió de una falta para detener la marcha del delantero, por lo que el árbitro dictó la pena máxima.

Lionel Messi, al minuto 34, sin el mínimo nervio y con toda la frialdad del mundo, cobró el penalti fuerte, sin piedad, con carácter. Tras el tanto sudamericano, los croatas disminuyeron su intensidad, trataron de ser cautos, pero los dirigidos por Lionel Scaloni aprovecharon su inercia para aumentar su ventaja.

Al 39’, el mismo Messi mandó un pase a la Araña Álvarez, quien arrastró, arrastró y arrastró el esférico hasta adentrarse a la parcela de Croacia, después pasó la redonda, a pesar de tener dos opciones, pero decidió comerse la gloria él mismo y lo hizo de gran forma, burlo a un puñado de piernas rivales y cuando estuvo frente a frente, ante Livakovic, liquidó con precisión y criterio.

Así, con una ventaja, los sudamericanos se fueron al descanso. Luego, para el complemento, estos salieron tirados atrás, jugando al contragolpe, mientras que los de la UEFA siguieron con su propuesta de orden y profundidad; sin embargo, no terminaban sus jugadas de forma peligrosa. Pasado los primeros 10 minutos del segundo tiempo, los dos representativos se quitaron el polvo otra vez y fueron a la carga, el esférico pasó a estar de extremo a extremo, pero ahí, cuando las aguas ya estaban más que revueltas, apareció otra vez el genio Messi. Al 69’, volvió a frotar la lámpara, como siempre. Tomó la de gajos pasado el medio campo, burló a todos por su banda derecha y ahí, solo para empujar confió en su escudero Álvarez, quien cerró su noche con un doblete de gran manufactura.

Con ese baldazo de agua fría se murió el partido. La voluntad desmedida de Croacia apenas dio para el reconocimiento, para no hacerle la tarea fácil a Argentina, pero los sudamericanos ya tenían todo más que controlado, incluso, da la sensación que el control lo tenían desde antes que comenzara el encuentro.

 

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JG