El Gran Premio de Mónaco lleva su carrera 41 de 77 y durante estas se han registrado momentos emocionantes, pero también frustrantes. Tal es el caso de Schumacher, quien destrozó su monoplaza durante la vuelta 26.
Tras el accidente, Mick Schumacher se alejó de su coche tras chocar contra las barreras de la sección Piscina, para evitar ser arroyado por uno de sus compañeros de la competencia.
El accidente fue tan fuerte, que el automóvil de la escudería Haas quedó partido a la mitad, afortunadamente, Mick salió de pie y a salvo tras este choque.
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JG