El campeonato Mundial de la Fórmula Uno está justo a la mitad del camino, han pasado 11 carreras desde que arrancó el magno evento automovilístico que ha sorprendido a propios y extraños, en donde el británico Lewis Hamilton sigue desaparecido (sólo tres podios de tercer lugar), ni él ni su escudería Mercedes han podido reflejar un poco de lo conseguido el año pasado. Caso opuesto al que “vive” el campeón Red Bull, que no se cansa de ser protagonista a pesar del resurgimiento de Ferrari, quien ha entrado en la disputa para coronarse después de 15 largos años.
Primero fue Charles Leclerc en Bahréin, quien con su primer lugar daba indicios de lo que sería un campeonato “pintado de rojo”. Y sí, la competencia se fue tornando rojiza y también amarilla, porque en Red Bull hay un par de pilotos que han hecho una dupla perfecta. Max Verstappen y el orgullo de México: Sergio 'Checo' Pérez han unido su velocidad y experiencia para mantener a la escudería austriaca en la primera posición con 359 puntos, es decir, 56 unidades por encima de los italianos, que ni con Leclerc ni con Carlitos Sainz -ganador en Gran Bretaña, su primera victoria en la F1 tras 150 Grandes Premios han podido igualar a una dupla que en las pistas lucen como un equipo imposible de “doblar”, y que en las individualidades han dado “destellos” de una interesante rivalidad.
Sin embargo, lo que parecía un camino libre rumbo al doblete para Red Bull se fue complicando en el undécimo Gran Premio, en Austria, pues Checo Pérez se vio imposibilitado de lucirse en la “casa de sus patrones”. Su resentida monoplaza no pudo más y él se vio forzado a abandonar la carrera, cediendo su segundo lugar en el campeonato al monegasco Charles Leclerc, quien se mete a la pelea con 38 unidades abajo del líder Verstappen y 19 arriba del mexicano.
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JG