Los Pistons estaban a punto de ser sorprendidos. El peor equipo de la NBA llegó al TD Garden y dominó a los Boston Celtics durante dos cuartos, pero en el tercero se les acabó el aire. En el último cuarto del partido, se decidió el ganador en el tiempo extra. Una escuadra de Detroit que todavía no había ganado dejó con las ganas el resultado de 127-122 a favor de la mejor marca del Este.
Levantaron el equipo verde dos hombres. Los Celtics se remontaron gracias a la ayuda de Kristaps Porzingis, pero principalmente de Jayson Tatum. El jugador de baloncesto de Letonia marcó 35 puntos y fue el mejor de su equipo, pero el número 0 se quedó a dos rebotes de hacer un triple-doble gracias a sus 31 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias.
El inspirado Cade Cunningham, quien es el único que se salva de una temporada llena de decepciones para los aficionados de Detroit, logró el dominio visitante. El jugador de fútbol juvenil marcó 31 puntos, asistió ocho veces y reboteó cinco veces. Tres jugadores de los Pistons lograron un triplete. Jalen Duren, Bojan Bogdanovic y Jaden Ivey intentaron ser soluciones, pero solo pudieron ser acompañados por la estadística debido a que el resto del equipo no tuvo suficientes acertijos. La mejor noticia para los llamados Bad Boys fue el regreso del recién llegado Ausar Thompson. El noveno estuvo limitado y jugó durante 12 minutos.
Los Pistons han acumulado 29 derrotas consecutivas, la marca más alta de todos los tiempos. El 28 de octubre, ganaron a los Toros de Chicago en el Little Caesars Arena por 118 a 102. Después de dos meses, Detroit no ha logrado obtener una victoria. El sábado, recibirán a los Raptors de Toronto, su última oportunidad de cerrar el año con una victoria.
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