Desde sus inicios, el Super Bowl se volvió un acontecimiento clave en la vida social estadounidense, un evento deportivo envuelto en fi esta que traspasa fronteras.
Desde el nacimiento de los shows del medio tiempo, el 15 de enero del 1967, dieron al ansiado encuentro un ingrediente especial. El primer elenco musical fue simple, pero con animosas bandas de guerra como los de la Universidad de Arizona, con sus 193 integrantes y el Grambling College Tiger Band de Luisiana escuelas que con el esfuerzo de la Guerra Civil fueron construidas para exesclavos afroamericanos.
La atracción fue parte de los Bell Rocket Air Men, un equipo de hombres equipados con mochilas cohetes, que con propulsores de peróxido de hidrógeno alcanzaron una altitud de 100 pies y recorrieron 300 yardas, suficiente para sobrevolar por 20 segundos; sonó una banda con 200 voces de coro, hubo 300 palomas y 10 mil globos para ser un espectáculo vistoso.
Nadie se imaginaría que para cumplir esa cualidad habría que llamar, luego de 26 años a Michael Jackson, rey del pop y del escenario; un parteaguas en la historia de los shows del medio tiempo.
Así, desde el 1993, los 15 minutos entre tiempos se convirtieron en lo más atractivo de los superdomingos, incluso por encima del juego.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
GC