La joven que denunció por violación a Dani Alves, exjugador del FC Barcelona y de los Pumas de la UNAM, pidió a la jueza que lo mantenga en la cárcel, tras cuestionar la última versión del futbolista, que en su opinión contradice las pruebas biológicas y adolece de incongruencias.
Según han informado fuentes jurídicas, la abogada de la joven, Ester García, ha presentado un informe ante la titular del juzgado de instrucción número quince de Barcelona, que investiga la violación, en el que se opone a la petición de la defensa del futbolista para que lo deje en libertad, si es necesario con medidas cautelares.
Tras recordar que el futbolista ha ofrecido ya varias versiones contradictorias sobre lo que sucedió el pasado 30 de diciembre de Barcelona en la discoteca Sutton de Barcelona, la abogada insiste en cuestionar también las explicaciones que dio el pasado 17 de abril ante la juez, ante la que pidió comparecer a petición propia.
En esa declaración, Alves adujo que había mantenido relaciones sexuales consentidas con la denunciante, por vía vaginal, y alegó que en su primer interrogatorio había mentido para ocultar su infidelidad ante su esposa.
No obstante, la acusación particular cree que esa nueva versión también incurre en contradicciones respecto a las pruebas que constan en el sumario, entre ellas la posición de las huellas dactilares detectadas, y recuerda que Alves cambió su relato para admitir la penetración vaginal solo cuando el resultado de los análisis de ADN detectó restos de su semen en las partes íntimas de la joven.
También subraya el escrito que es incongruente que Alves insista en que mantuvo relaciones sexuales consentidas en el baño porque, argumenta la letrada, de haber sido de mutuo acuerdo lo más lógico es que la pareja se hubiera encerrado en la suite del reservado, situada a escasos metros, para intimar.
La acusación arremete en su escrito contra el informe aportado por la defensa de Alves, en el que analiza los vídeos captados por las cámaras de seguridad en los momentos previos y posteriores a la supuesta violación para concluir que el futbolista y la joven estuvieron coqueteando y que la denunciante entró voluntariamente en el baño después de que lo hiciera el deportista.
Otros de los argumentos de la acusación para oponerse a la puesta en libertad de Alves es que la defensa sigue sin acreditar el arraigo del futbolista en España y la inexistencia del riesgo de fuga.
En ese sentido, razona que su arraigo es menor ahora que cuando la justicia lo envió a prisión el pasado 20 de enero, ya que su esposa, la modelo española Joana Sanz, anunció el mes pasado a través de las redes sociales su intención de separarse de él tras ocho años de matrimonio, mientras que su capacidad económica no ha variado.