Kylian Mbappé, fue una de las primeras voces de renombre en condenar la muerte del joven Nahel a manos de la Policía en Nanterre, lanzó hoy una llamada a la calma ante los disturbios que atraviesa el país y pidió el cese de la violencia.
“Desde este trágico suceso, hemos asistido a la expresión de una cólera popular cuyo fondo comprendemos, pero cuya forma no podemos consentir”, indicó la gran estrella de Paris Saint Germain (PSG) y de la selección francesa, en un comunicado difundido en las redes sociales.
“Como muchos de nosotros procedemos de barrios populares, compartimos este sentimiento de dolor y tristeza. Pero ese sufrimiento se suma al dolor de asistir impotentes a un verdadero proceso de autodestrucción. La violencia no resuelve nada, y menos cuando se vuelve inexorable e incansablemente contra quienes la expresan”, añadió el delantero de 24 años.
El mismo comunicado fue momentáneamente compartido también por su compañero Benjamin Pavard, con la indicación de que se trataba de un mensaje de toda la selección, pero este futbolista borró poco después la publicación, según difundió la prensa francesa.
Por el momento, solo permanece en línea la de Mbappé, que es el capitán del combinado nacional.
Además, el capitán de la selección francesa ya había alzado la voz públicamente en redes al día siguiente de la muerte del joven Nahel en Nanterre: “Me duele Francia. Una situación inaceptable”.
Mbappé recordó hoy que los barrios que destruyen los alborotadores son los suyos propios y, en un contexto de “extrema tensión”, los jugadores consideran que no pueden permanecer en “silencio”. Por ello llaman al “apaciguamiento, la concienciación y la responsabilidad”.
“La ‘convivencia‘ a la que estamos apegados está en peligro, y es responsabilidad de todos preservarla. Hay otras formas pacíficas y constructivas de expresarnos. Ahí es donde deben centrarse nuestras energías y pensamientos. El tiempo de la violencia debe terminar y ser sustituido por un tiempo de duelo, diálogo y reconstrucción”, reclama el comunicado.
Para esta noche, que es la cuarta consecutiva de disturbios en Francia, el Gobierno ha puesto en la calle 45 mil policías con un dispositivo reforzado que incluye el despliegue de blindados ligeros de la Gendarmería.
Pese a ello, en las últimas horas se registraban ya incidentes graves y varias decenas de detenciones en lugares como Marsella y Lyon.
Nahel, un joven de 17 años y de ascendencia árabe, recibió un disparo mortal por parte de un policía el pasado día 27 cuando trataba de huir de un control policial en Nanterre, a las afueras de París.
Las imágenes del incidente, grabadas por testigos, desataron una fuerte indignación en el país, lo que degeneró en disturbios sobre todo en los barrios populares de las grandes ciudades y en el cinturón metropolitano de París.
DL