Este jueves 15 de agosto, el futbol español fue testigo de un momento histórico cuando Alex Padilla, joven portero de 20 años, hizo su debut en Primera División con el Athletic de Bilbao. El entrenador Ernesto Valverde depositó su confianza en Padilla para defender el arco de los Leones en el partido inaugural de LaLiga contra el Getafe, que se disputó en el Nuevo San Mamés.
Padilla se unió a un selecto grupo de porteros mexicanos que han tenido la oportunidad de jugar en las principales ligas europeas. Guillermo Ochoa abrió el camino hace más de una década, dejando su huella en equipos como Ajaccio, Málaga, Granada, Standard Lieja y Salernitana. Por su parte, Raúl Gudiño también dejó su marca al participar en la UEFA Champions League con el Apoel Nicosia.
La oportunidad para Padilla surge tras una serie de acontecimientos inesperados. El portero titular, Unai Simón, campeón de la Eurocopa con España, se sometió a una cirugía para corregir una lesión en la mano, lo que lo mantendrá fuera de las canchas durante varios meses. Posteriormente, Julen Agirrezabala, quien se perfilaba como su reemplazo, sufrió una contusión en la zona lumbar que lo dejará fuera de acción por varias semanas.
Aunque Padilla nació en Zarautz, España, sus raíces mexicanas son profundas. Su madre es mexicana y, siendo apenas un bebé, se trasladó con su familia a Camargo, Chihuahua, donde pasó parte de su infancia antes de regresar a Europa para iniciar su carrera futbolística.
AG