La noche del 14 de febrero quedará marcada como el momento en que los Rayos del Necaxa escribieron una página histórica al vencer 3-2 al América, poniendo fin a una racha de 13 partidos sin derrota del conjunto azulcrema. En un duelo que tuvo de todo, incluyendo un apagón que suspendió las acciones por más de 20 minutos, los hidrocálidos demostraron que en el fútbol mexicano no hay rival pequeño.
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El conjunto dirigido por Eduardo Fentanes planteó un partido perfecto desde el inicio, sorprendiendo a los locales con un gol tempranero de José Paradela al minuto 3, seguido por una anotación de Diber Cambindo que ponía el 2-0 antes del corte de energía. La reacción americanista llegó en el complemento con un inspirado Álvaro Fidalgo, quien con un doblete igualó el marcador y parecía encaminar a su equipo hacia la remontada.
Sin embargo, la expulsión de Kevin Álvarez cambió el panorama del encuentro, dejando a las Águilas en inferioridad numérica en los minutos finales. Cuando el empate parecía ser el resultado definitivo, Kevin Rosero apareció en el último suspiro para darle el triunfo a los Rayos, silenciando el Coloso de Santa Úrsula y propinándole al América su primera derrota del torneo.
Este resultado no solo representa un golpe anímico para el equipo de André Jardine, sino que también reafirma la competitividad del torneo mexicano. Necaxa demostró personalidad y capacidad para sobreponerse a la reacción del local, ejecutando un plan de juego que podría servir como blueprint para futuros rivales de las Águilas.
AG