
La tenista japonesa Naomi Osaka, quien ha sido transparente sobre sus problemas de salud mental debido a la ansiedad y la depresión, sorprendió durante su participación en el Abierto de Miami con una confesión poco común entre los deportistas de élite: nunca se ve jugar al tenis en las retransmisiones de televisión.
Una sorprendente revelación
"A mucha gente esto le resulta curioso, pero la verdad es que nunca veo mis partidos por televisión, me avergüenzo de mí misma si me veo jugando a tenis", declaró Osaka, quien fue la primera tenista asiática en alcanzar el número 1 del mundo en la clasificación de la Asociación de Tenis Femenino (WTA).
Esta confesión de la cuatro veces campeona de Grand Slam refleja un nivel de vulnerabilidad e inseguridad que contrasta con su impresionante historial deportivo, pero que conecta con su conocida lucha por la salud mental, causa de la que se ha convertido en una de las principales promotoras en el mundo del deporte.
El difícil camino de regreso tras la maternidad
El 2024 marca el regreso de Osaka al circuito de la WTA después de dar a luz a su hija Shai en 2023. Este camino no ha sido fácil, como ella misma reconoce con gran honestidad.
"Necesito entender que estoy en un proceso y que debo tener paciencia, me ha costado mucho recuperarme del embarazo. Me veo al 75% de mis posibilidades", admitió la tenista japonesa.
Osaka ha enfrentado diversos obstáculos en su retorno, incluyendo una lesión abdominal que la obligó a retirarse del Abierto de Australia y del ASB Classic este año, complicando aún más su camino de regreso.
"No puedo hablar por todas las madres, pero para mí en particular fue realmente difícil volver después del embarazo. Estoy muy contenta de estar aquí, contenta de estar sana", expresó sobre los desafíos que ha enfrentado desde que se convirtió en madre.
Satisfacción por su evolución física
A pesar de las dificultades, Osaka encuentra motivos para el optimismo. Tras su victoria sobre Yuliia Starodubtseva en Miami, la japonesa destacó los aspectos positivos de su desempeño:
"De lo que más orgullosa me siento es de mi movilidad en cancha y de la energía que mostré durante el partido. Hacía mucho tiempo que no me veía haciendo apoyos tan potentes. Creo que he llegado a un nivel de condición física que no experimentaba desde antes del embarazo".
Sin embargo, también reconoció que aún debe trabajar en el aspecto mental: "Ahora lo que tengo que hacer es lidiar con mis nervios. Tengo tantas ganas de jugar bien y de medirme a grandes tenistas que la acumulación de nervios durante algunos partidos me puede provocar lesiones. Es lo que ha sucedido este año con mi abdominal".