En realidad esta ameritaba la revisión, o en este caso la secuela. Con Creed , estrenada en 2015, Stallone logró lo que casi nadie esperaba de él a estas alturas, una nominación al Oscar como Mejor Actor Secundario. Aunque no obtuvo el premio, su regreso al personaje de Rocky Balboa, el “Potro Italiano”, fue la culminación de esa segunda oportunidad que experimentó su carrera redescubriendo viejos roles.
Para la continuación ha vuelto a contar con Michael B. Jordan en el papel de Adonis Creed, el hijo de Apollo (interpretado por Carl Weathers en las cuatro primeras entregas de la saga), y en cuanto a su pareja sentimental y madre de su primer hijo, el papel está cargo de Tessa Thompson.
Como ya es costumbre en esta franquicia, la cinta llega cargada de morbo para los espectadores aficionados al boxeo y en especial para los fans del personaje de Rocky y su entorno. Adonis quiere enfrentarse al hijo de Iván Drago, el púgil ruso que acabó con la vida de Apollo en una pelea de exhibición.
Rocky trata de prevenir al joven de que no está preparado y que su rival es un joven atleta que puede hacerle mucho daño, pero Adonis siente que tiene una cita con el destino y que la pelea puede ser una oportunidad dorada de vengar la muerte de su padre.
Inicialmente se habló de la posibilidad de que Stallone dirigiera la cinta como ya hizo con Rocky II (1979), Rocky III (1982), Rocky IV (1985) y Rocky Balboa (2006), pero más tarde cedió el testigo al director estadounidense Steven Caple Junior. El guion, eso sí, ha corrido a cargo de Stallone.
El también productor decidió que fuera un boxeador profesional el que se encargara de encarnar al hijo de Drago. Se trata del rumano Florian Munteanu. En el filme también aparece el propio Iván Drago, un personaje que inmortalizó Dolph Lundgren en la cinta de 1985.
Para Stallone, la película está plagada de atractivos. "Vamos a ver a Adonis enfrentado a un oponente diferente, que yo diría que es un ruso más feroz", dijo recientemente Stallone en una entrevista.
La complicación vendrá con la ambición de la joven (el personaje interpretado por Tessa Thompson), que quiere proteger a su familia.
Michael B. Jordan, por su parte, cree que la secuela ha sido una especie de reunificación familiar, ya que tanto él como Thompson han podido participar en grandes producciones entre una cinta y otra. El protagonista de Fruitvale Station (2013) formó parte del elenco de Black Panther (2018), mientras que Thompson brilló con luz propia en Thor: Ragnarok (2017).
El californiano compartió además su experiencia sobre la dureza del entrenamiento, que fue más dura en esta ocasión respecto a hace unos años, debido a la edad. Para Jordan, no es lo mismo tener 31 años que 26 o 27. La dieta fue mucho más estricta en esta película, porque tuvo que adelgazar todo lo que pudo.
Además, está el reto emocional de transmitir lo que exige el personaje y el interrogante de si las nuevas generaciones aún están interesadas en una historia que comenzó en la época de sus padres, hace más de 40 años. LOS ANGELES, EE.UU. (DPA)