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¿Qué alimentos se deben evitar para prevenir el cáncer de colon? Aquí enlistamos diez

Parte de este éxito en la reducción de muertes en el cáncer de colon y recto se explica por las potentes campañas masivas de detección temprana que se están llevando a cabo, tanto en detección de sangre en heces en adultos como en concienciación sobre la importancia de las colonoscopias, que permiten detectar los pólipos que muchas veces son precursores de este tipo de tumor.

Ciudad de México, 29 de octubre (ElDiario.es).- El cáncer  de colon  y recto  -es decir del tracto final del sistema digestivo y que se conoce comúnmente como colorreectal-, es, según la American Cancer Society, la primera causa de muerte por cáncer  en Estados Unidos. En España, según un documento de la Sociedad Española de Oncología Médica, esta modalidad tumoral también ocupa el primer puesto en aparición de nuevos tumores, con una estimación de 45 mil detecciones para 2019, aunque su incidencia en la mortalidad de la población se ve superada por el cáncer de pulmón.

Parte de este éxito en la reducción de muertes en el cáncer de colon y recto se explica por las potentes campañas masivas de detección temprana que se están llevando a cabo, tanto en detección de sangre en heces en adultos como en concienciación sobre la importancia de las colonoscopias, que permiten detectar los pólipos que muchas veces son precursores de este tipo de tumor.

No obstante, en el documento arriba citado se destaca que el aumento de detecciones podría mostrar, además de las buenas estrategias, también un aumento real en los casos debido al creciente abandono de la dieta mediterránea y la opción por una mala alimentación.

En los casos en el que el componente genético es muy fuerte, evitar determinados alimentos sobre los que hay evidencias de que pueden aumentar el riesgo es fundamental. Para el resto de la población, la moderación en el consumo de los mismos debería ser la norma. A continuación te desvelamos diez alimentos cotidianos que seguramente estén en tu dieta y que aumentan el riesgo de padecer cáncer colorrectal.

1. EMBUTIDOS 

Un estudio de 2007 del Hospital Universitario Central de Asturias, en Oviedo, situaba a estos compuestos como uno de los principales responsables de la incidencia de este cáncer. Foto: Especial

En los embutidos se dan dos factores que aumentan el riesgo. Por un lado está la presencia de hierro hemo de la mioglobina, que puede tener efecto sobre otros compuestos creando radicales libres capaces de atacar al ADN celular, tal como te explicamos en ¿Por qué las carnes blancas son más sanas que las rojas? Obviamente muchos embutidos realizados con carnes rojas son ricos en mioglobina y por tanto son, según las recomendaciones de la OMS, probablemente cancerígenos.

A este hecho factor se debe añadir la existencia en los embutidos de nitrosaminas, compuestos añadidos para mantener la estabilidad y el color, que en cantidades menores no son peligrosas, pero que en un consumo continuado pueden acumularse en las células, aumentando el riesgo de mutaciones que den lugar a cáncer colorrectal. Un estudio de 2007 del Hospital Universitario Central de Asturias, en Oviedo, situaba a estos compuestos como uno de los principales responsables de la incidencia de este cáncer.

2. CARNES ROJAS 

En 4 compuestos de las carnes rojas que hacen aconsejable limitar su consumo ofrecimos en su día un amplio elenco de estudios que relacionan el consumo de este alimento con el aumento de incidencia de cáncer colorrectal. Foto: Especial

Se refiere a cualquier carne muscular de mamífero, así como a sus vísceras. También la OMS las clasifica como probablemente cancerígenas debido a la presencia de mioglobina. En 4 compuestos de las carnes rojas que hacen aconsejable limitar su consumo ofrecimos en su día un amplio elenco de estudios que relacionan el consumo de este alimento con el aumento de incidencia de cáncer colorrectal.

3. CARNES AHUMADAS 

No importan que sean carnes rojas o blancas, así como de pescado, el proceso de ahumado de las carnes genera compuestos nitrogenados similares a los que se emiten en la contaminación por tráfico (dioxinas e hidrocarburos aromáticos policíclicos) o por el fuego de una hoguera, que pueden crear radicales libres que alteren el ADN celular.

Según el doctor Carlos Tourné García, médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y coordinador para Atención Primaria del Programa de Prevención del Cáncer de Colon y Recto de la Consejería de Sanidad y Política Social de la Región de Murcia, las carnes ahumadas deben considerarse con probable incidencia en el aumento de riesgo de padecer cáncer colorrectal.

4. PAN TOSTADO 

Las acrilamidas también se encuentran en las carnes y otros alimentos demasiado quemados cuando han sido cocinados a alta temperatura. Foto: Especial

Nos referimos al pan muy tostado, el que pasamos por la tostadora y nos queda ennegrecido. Esta capa oscura contiene las llamadas acrilamidas, que compuestos, resultado de la oxidación de los azúcares, altamente reactivos a la hora de aumentar el riesgo de cáncer colorrectal, entre otros.

Las acrilamidas también se encuentran en las carnes y otros alimentos demasiado quemados cuando han sido cocinados a alta temperatura. En Cómo evitar la acrilamida y otros compuestos cancerígenos en nuestra dieta te explicamos qué precauciones tomar.

5. FRITOS 

El problema de esta técnica de cocción es la generación en el aceite de polímeros grasos debido al calor que dejen radicales libres, así como la aparición de acrilamidas, por oxidación de azúcares en presencia del aminoácido asparagina. Es por ello que se desaconseja usar el aceite de freír más de una vez, así como freír a temperaturas excesivamente altas. Por otro lado, el aceite más indicado para freír es el de oliva. A poder ser, también dado su poder calórico, es mejor evitar los fritos y rebozados en la dieta.

6. MERMELADAS Y MIEL 

El caso es que las mermeladas son mayoritariamente azúcar, y la miel no es más que azúcar en dilución con agua. En consecuencia, aumentan significativamente el riesgo de padecer cáncer colorrectal. Foto: Especial

Una amplia revisión de estudios llevada a cabo en 2012 en Reino Unido por diferentes universidades dejó clara la relación entre altos índices glucémicos y el aumento de riesgo de cáncer colorrectal. Si bien la misma deja claro que se trata de un proceso multifactorial donde inciden desde el propio exceso de glucosa, principal alimento de las células cancerosas, la fermentación de la misma, la propensión a la obesidad y la vida sedentaria del perfil que suele abusar de los azúcares.

El caso es que las mermeladas son mayoritariamente azúcar, y la miel no es más que azúcar en dilución con agua. En consecuencia, aumentan significativamente el riesgo de padecer cáncer colorrectal.

7. DULCES, PAN Y REFRESCOS 

Estamos en el mismo contexto que en el apartado anterior: son productos sobresaturados de azúcares libres y por tanto disparan el índice glucémico, con lo que inciden sobre el aumento de riesgo de cáncer colorrectal. En el caso del uso de edulcorantes naturales o artificiales, no se ha demostrado el incremento del riesgo, así que son una alternativa.

8. PAN BLANCO Y DE MOLDE 

El único pan que es sano y no sube el índice glucémico es el pan integral; el blanco y especialmente el de molde aumentan el riesgo de cáncer al ser fuente de azúcares libres.

9. HELADOS MANTECADOS 

Los helados mantecados son ricos en azúcares y por lo tanto son realmente insanos. Foto: Especial

Los helados mantecados son ricos en azúcares y por lo tanto son realmente insanos.

10. BEBIDAS ALCOHOLICAS 

Según el National Cancer Institute de Estados Unidos, aunque su incidencia sobre el cáncer colorrectal no es tanta como en el caso de las carnes procesadas, las bebidas alcohólicas también pueden considerarse un claro factor de riesgo en este tipo de tumores.

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