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México quiere mandar 8 robots a la Luna

2021: ¿Alunizará México?

El proyecto de ocho micro robots desarrollados por la Agencia Espacial Mexicana tendrán la misión de ensamblar un panel solar en la superficie de nuestro satélite natural

El 4 de octubre de 1957, el mundo se sorprendió con la noticia de que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) había logrado posicionar un instrumento en el espacio; Estados Unidos se rezagaba con respecto a su rival ideológico, político y económico.

Mientras empezaba la carrera por la supremacía mundial, en México, se exploró la posibilidad de realizar algunos de los sueños tecnológicos de la época, como fueron los cohetes V2 desarrollados por el ingeniero alemán Wernher Von Braun.

Pero antes de esto, en los años cuarenta, ingenieros del Instituto Politécnico Nacional (IPN) trabajaron en la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (actual Secretaría de Comunicaciones y Transportes), donde comenzaron a probar sistemas de propulsión en suelo mexicano.

Este hecho, conllevó a la creación de la Comisión Nacional del Espacio Exterior (CNEE) en 1962, cuatro años después de la fundación de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).

La CNEE realizó en corto tiempo —antes de su desintegración en 1977 por decreto del presidente José López Portillo— destacados desarrollos y cooperaciones internacionales, por ejemplo, la construcción y lanzamiento de cohetes de la serie Tototl, los cuales alcanzaron distancias de poco más de 20 kilómetros de altura.

Posteriormente, siguieron con la línea Mitl I y II que llegaron a los 120 kilómetro de distancia y que ya podían llevar una carga útil de 8 kilogramos. Y por último, construyeron cohetes de dos etapas denominados Huite I y II, con el objetivo de llegar cada vez más alto y llevar mayor capacidad de carga útil.

Entre otras colaboraciones internacionales la CNEE, en conjunto con la NASA, montaron una estación de rastreo en Guaymas, Sonora, para la atención de los programas Mercurio, Géminis y Apolo.

México en la carrera espacial Después de la desintegración de la CNEE, distintas instituciones nacionales dedicadas a la investigación y dependencias gubernamentales, se dedicaron a desarrollar esfuerzos —algunos de manera aislada— para no perderse de los beneficios de la tecnología espacial. Quizá el ejemplo más significativo fue el Programa Universitario de Investigación y Desarrollo Espacial (PUIDE), de la UNAM (creado en 1990), fue el primer satélite construido totalmente en México; el UNAMSAT, puesto en órbita el 28 de marzo de 1995 desde el cosmódromo de Plesetsk, Rusia.

Para continuar la participación mexicana en la carrera espacial, coordinar y fomentar el desarrollo científico y tecnológico espacial en el país, se creó la Agencia Espacial Mexicana en julio de 2010.

El organismo descentralizado actualmente se encuentra en la consolidación de los proyectos estratégicos nacionales como el proyecto iniciado en 2015, el cual planea el desarrollo de un robot que podría ir a la Luna.

¿México hacia la Luna?

En 2015 la Agencia Espacial Mexicana y el Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) comenzaron el desarrollo de un programa para la construcción de ocho micro robots con un pesos de 500 gramos, que tendrán la misión de ensamblar un panel solar sobre la superficie de la Luna. El proyecto denominado Montaje Autónomo de Estructuras sobre la Superficie Lunar, se realiza dentro del Laboratorio de Instrumentación Espacial (LANIX) del ICN, bajo la dirección del investigador Gustavo Medina Tanco.

Significa que los robots se buscarán de manera automática cuando se inicie el experimento, para reunirse y ensamblar una estructura predeterminada”, asegura Mario Arreola Santander, director de Divulgación de la Ciencia y la Tecnología Espacial, de la Agencia Espacial Mexicana.

En este momento, México, se encuentra en proceso de desarrollar sus propios sistemas de propulsión para enviar a los robots a la superficie lunar, pero como no se cuenta con ellos aún se ha acudido a la asesoría y colaboración de la compañía norteamericana Astrobotic Technology, que cobraría 600 mil dólares para posicionar los artefactos en la Luna mediante el alunizador Griffin lander.

El proyecto que permitiría poner la bandera de México sobre la Luna, será una pieza importante para la construcción de campamentos en la Luna, ya que la tecnología desarrollada por los tecnólogos mexicanos, servirá para el ensamble de futuras estructuras.

En un informe elaborado por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, se asegura que se espera que el proyecto de Montaje Autónomo de Estructuras sobre la Superficie Lunar, traerá el desarrollo de “una plataforma de transporte y control de un mecanismo de liberación desde la plataforma alunizada, hasta la superficie lunar. Un conjunto de robots y herramientas y materiales asociados, un sistema de validación por señales e imágenes, un sistema de comunicaciones plataforma-robots/robots-robots, algoritmos de operación y software, un estudio detallado sobre la viabilidad y problemas de diversas opciones de robots para el tipo de tareas propuesto”.

Estos resultados —como ya lo ha demostrado la historia de la exploración espacial en otros países— podrán ser permeados a la industria nacional, con innovaciones que generarían una derrama económica mayor. Se espera, que la compañía Astrobotic Technology termine de ajustar los últimos detalles para lanzar a todas las misiones que llevará el alunizador, entre ellas, la mexicana, y por ahora se ha previsto que podría ser en el año 2021 que lancen el cohete que llevarán a los robots mexicanos a la superficie lunar. (El Universal/Tangible)

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