Cientos de personas, entre ellas el cofundador del exitoso grupo de rock Pink Floyd Roger Waters, y la diseñadora Vivienne Westwood, marcharon el sábado pasado por el centro de Londres para exigir la liberación del fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
Un tribunal de Londres comienza las audiencias el lunes para decidir si Assange, nacido en Australia, debería ser extraditado a Estados Unidos, casi una década después de que WikiLeaks enfureciera a Washington al publicar documentos secretos estadounidenses.
Assange, de 48 años y que pasó siete años dentro de la embajada de Ecuador en Londres antes de ser sacado de la delegación en abril pasado, es requerido por Estados Unidos por 18 cargos criminales de conspiración para piratear computadoras gubernamentales y violar una ley de espionaje. Si es condenado, podría pasar décadas en prisión.
Un héroe para los admiradores que dicen que expuso abusos de poder, Assange es apuntado por los críticos como un enemigo peligroso del estado que ha socavado la seguridad occidental. Él dice que la extradición está políticamente motivada por aquellos avergonzados por sus revelaciones.
El viernes, el abogado de Assange, Eric Dupond-Moretti, declaró a la radio Europa 1 que el equipo legal se pondría en contacto con el presidente francés Emmanuel Macron para presentar argumentos para que Assange obtenga asilo en Francia.
Assange ha dicho que su hijo menor y la madre del niño son franceses, pero una solicitud de asilo anterior fue rechazada por Francia en 2015.
Las esperanzas aumentaron brevemente entre los partidarios de Assange esta semana por informes de que incluso podría recibir un indulto del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Pero la Casa Blanca se apresuró en negar que Trump había ofrecido indultar a Assange si decía que los rusos no estaban involucrados en una filtración de correo electrónico que dañó la campaña presidencial de Hillary Clinton en 2016, en la que compitió contra el actual mandatario.
Las audiencias de extradición en Woolwich Crown Court se llevarán a cabo en dos partes, y la segunda sección no comenzará hasta mayo para dar más tiempo a las partes para reunir pruebas LONDRES, Inglaterra (REUTERS)