
A casi cuatro meses del fallecimiento de Ernestina Sodi, ocurrido en noviembre de 2024, Laura Zapata ha revelado detalles de su reciente y primera visita a la tumba de quien fuera su hermana, con quien mantuvo una relación distante y conflictiva durante años. En un encuentro con diversos medios de comunicación, la actriz compartió la intensa experiencia emocional que vivió durante esta visita al panteón, donde permaneció por varias horas recordando a Ernestina.
"Me dolió muchísimo, muchísimo, ir a verla en su tumba", confesó Zapata visiblemente conmovida ante los reporteros que la abordaron. Esta declaración contrasta con la polémica despedida que la actriz compartió en redes sociales tras el fallecimiento de su hermana el año pasado, sugiriendo un proceso de duelo complejo y posiblemente una reconsideración de su postura frente a los conflictos familiares que las mantuvieron separadas.
HORAS DE REFLEXIÓN Y LÁGRIMAS
La visita al cementerio no fue breve ni superficial. Según relató la propia Laura, permaneció "unas dos o tres horas" junto a la tumba de Ernestina, experimentando una profunda conmoción al enfrentarse a la realidad irreversible de la muerte de su hermana.
"Lo primero que me pasó fue que se me salieron las lágrimas. No lloré muchísimo, pero sí me dolió que tan joven, tan guapa, pues ya no está. Además, pienso mucho en ella", reveló la actriz, permitiendo a los medios vislumbrar una vulnerabilidad poco habitual en su imagen pública habitualmente firme y directa.
Esta prolongada estancia junto a la tumba de Ernestina sugiere un proceso de introspección y quizás un intento de cerrar capítulos pendientes en una relación familiar que, según el conocimiento público, estaba profundamente fracturada al momento del fallecimiento de Sodi.
RECONCILIACIÓN QUE NUNCA LLEGÓ
El distanciamiento entre Laura Zapata y Ernestina Sodi era ampliamente conocido en el medio del espectáculo mexicano. A pesar de haber compartido experiencias traumáticas como el secuestro que ambas sufrieron en 2002, las hermanas nunca lograron reconciliarse completamente, manteniendo una relación tensa que ocasionalmente se ventilaba en medios de comunicación.