El 23 de noviembre de 1991 el mundo musical mundial se sorprendía y lamentaba ante la triste noticia de que Freddie Mercury, legendario vocalista de Queen, había contraído VIH y padecía SIDA. Al día siguiente, la banda informaba que el cantante había fallecido.
Durante semanas, la prensa inglesa especuló sobre la posibilidad de que Mercury estuviera enfermo pues el cambio físico que atravesó a consecuencia de la enfermedad era notable, además de que ya casi no hacía apariciones en público.
Debido a lo anterior, y al progresivo deterioro de su estado de salud, el vocalista de Queen decidió emitir un comunicado para despejar las dudas entorno a su condición de una vez por todas.
“Respondiendo a las informaciones y conjeturas que sobre mí han aparecido en la prensa desde hace dos semanas, deseo confirmar que he dado positivo en las pruebas del virus y que tengo el SIDA. Sentí que era correcto mantener esta información en privado para proteger la privacidad de quienes me rodean. Pero ha llegado el momento de que mis amigos y mis fans en todo el mundo conozcan la verdad, y deseo que todos se unan a mí, a mis médicos y a todos los que padecen esta terrible enfermedad para luchar contra ella”, comunicó.
Mercury mantuvo su diagnóstico en secreto durante mucho tiempo, sólo su circulo más cercano estaba al tanto de su padecimiento, incluidos Mary Austin, su exnovia, y los integrantes de Queen, quienes guardaron el secreto por su vocalista y amigo por años.
Al día siguiente de este anuncio, Freddie Mercury falleció. La noticia entristeció a gran parte de la comunidad artística mundial.
Por Redacción Digital Por Esto!
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