Una vez pasada la cena navideña sabemos qué nos espera, y es que tradicionalmente las familias mexicanas tenemos como costumbre el recalentado, es decir, volver a calentar y degustar la comida del día anterior.
En Navidad y Año nuevo es muy común realizar esta actividad, porque al otro día de los festejos pocos o casi nadie quiere cocinar algo nuevo, por ello el recalentado es la mejor opción. Sin embargo, en ocasiones ocurre un fenómeno que hace que la comida sepa mucho más deliciosa al día siguiente, incluso pueden pasar más días y los platillos adquieren mayor sabor.
Y sí, aunque pareciera que el truco solo es dejar reposar los alimentos para que esto suceda, realmente no es así, ya que uno de los factores principales que causa esta reacción es la química de los alimentos y los condimentos utilizados para su preparación.
Recordemos que previo a la cena de Navidad, el tiempo que lleva la preparación y cocción de los alimentos puede ser muy poco, esto por la prisa de tener la comida a tiempo, lo que genera que los sabores no estén bien condensados; por ello, al momento de poner nuevamente al fuego los alimentos, las reacciones de los ingredientes y los líquidos que sueltan genera que los sabores sean más intensos.
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De acuerdo con el ingeniero en alimentos Debby Brown, otra de las causas por las que el recalentado es mejor, es que la mayoría de las proteínas utilizadas para realizar platillos navideños contienen huesos, el colágeno que se libera cada vez que se calienta la comida es un conductor de sabor, una especie de enlace que concentra los sabores en la salsa o el caldo de la comida.
Es por ello que no es casualidad que disfrutemos más la comida al día siguiente de su preparación, solo es la química funcionando.
SY