La gravedad de ser portador del virus de COVID-19 se puede traducir perfectamente en esta historia que no es una película de terror, ya que una mujer que viajó a Estados Unidos volvió a su domicilio en Heilongjiang, China donde contagió a 71 personas.
Todo empezó cuando la mujer, que estuvo en el país norteamericano, se subió a un elevador del edificio donde vive y aunque no tenía síntomas de coronavirus, contagió a sus vecinos y estos a su vez a los médicos de un hospital que atendieron a una persona que murió por un derrame cerebral.
Un estudio publicado por el Early Infectious Diseases indicó que aunque la mujer ya había dado negativo al test de COVID-19, salió positivo a los anticuerpos del virus, lo que desencadenó que los dejara en las superficies del elevador.
Primero fue un vecino que se contagió cuando ingreso a dicho elevador con dos invitados a una fiesta, tras ella, una persona sufrió un derrame cerebral y fue llevado al hospital donde sus hijos se contagiaron también y ellos lo hicieron sobre algunos trabajadores del nosocomio.
Un médico y dos enfermeras también contagiaron a otras 20 personas en otro hospital. Esto sucedió el 2 de abril y cuando se rastreó la ubicación del hombre que perdió la vida, todos los caminos llevaron al edificio y a la mujer que llegó de Estados Unidos.
Las autoridades de salud de la ciudad en China, explicaron que pese a no estar en contacto con la mujer, los enfermos obtuvieron el virus al tocar las mismas superficies.
Con información de Azteca Noticias
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