El equipo de Segunda División de fútbol chino, Zibo Cujo entró en polémica debido a el dueño multimillonario He-Shihua obligó al entrenador del club a meter al partido a su hijo quien padece de sobrepeso con 126 kilos y un bajo rendimiento para dedicarse a ese oficio.
A pesar de lo extraño que esto puede llegar a parecer, el desempeño del chico y su forma de relacionarse con el equipo llamó la atención de los espectadores, pues no faltó quien remarcó que en el momento en que He-Shihua compró el club, lo hizo con la condición que todos los jugadores del equipo debían participar, esto incluía a su hijo.
Aunque el equipo se colocó en el último lugar de todos los participantes, He-Shihua, quien es el accionista mayoritario del equipo, ha sido reconocido como el salvador de los jugadores de la "banca rota”.
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El chico entró al juego con la camiseta del número 7 y en otras ocasiones con el número 10 y, después de cinco jornadas jugadas, únicamente lograron sumar un punto, lo que los colocó en el fondo de la clasificación.
Con información de Televisa News
MA