En el pasado, las sanguijuelas se usaban para fines médicos mucho antes de que comprendiéramos las causas de muchas enfermedades.
Diversas culturas creían que el exceso de sangre o la “mala sangre” era la culpable de casi todos los problemas médicos. Así, algunas civilizaciones practicaban la sangradura con la ayuda de sanguijuelas para tratar una amplia gama de padecimientos.
A través de los años, estos mitos fueron olvidados. No obstante, en la actualidad la ciencia ha realizado investigaciones encaminadas a utilizar estos parásitos en casos particulares de reimplantación de órganos y tejidos.
Investigaciones de la UNAM
En la actualidad, la ciencia ha realizado investigaciones encaminadas a utilizar estos parásitos en casos particulares de reimplantación de órganos y tejidos.
Por ejemplo, si una persona pierde una oreja, un dedo, e incluso un pedazo de carne, el médico puede colocar el órgano en su lugar y aplicar sanguijuelas para ayudar a que el flujo sanguíneo se pueda reactivar.
Alejandro Oceguera Figueroa, investigador del Instituto de Biología, señala que se han estudiado las propiedades químicas de su saliva donde han encontrado una gran cantidad impresionante de anticoagulantes. Muchas de estas proteínas funcionan para deshacer coágulos, y por ende, funcionan para tratar enfermedades como la trombosis, o algunas otras de este tipo.
Con información de la UNAM
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jram