Es difícil no conmoverse al ver a personas de la tercera edad. En esta ocasión, el sentimiento fue compartido por cientos de usuarios de redes sociales con la difusión de un video que capta el momento en que llega una abuelita a un local de reparación de teléfonos celulares, donde pide que arreglen su dispositivo pues asegura que no sirve. Sin embargo, la señora termina llorando y es el vendedor que descubre que en realidad funciona correctamente.
El video, de poco más de tres minutos, comienza cuando la mujer le pide al técnico que revise su celular. “Es que tengo un año que mis hijos no me contestan y digo, ¿qué pasa es que el celular no sirve? ¿Cómo no me iban a hablar mis hijos", dice.
Quien atiende el mostrador comienza a revisar el funcionamiento del teléfono y ve la oportunidad de ganar dinero fácil y le pide mil 500 pesos por la reparación, cantidad que la abuelita no tenía en ese momento.
Cuando está por abandonar los locales comerciales, otro vendedor le ayuda y revisa el teléfono celular mientras ella solloza y continúa diciendo que le cobran mucho dinero.
El joven se compromete a componerlo, sin cobrarle, pero cuando ella se va, él descubre que el problema es mayor que una falla técnica.
El dispositivo funcionaba correctamente, tanto así que llama a uno de los hijos para comprobarlo. Al responder la llamada, el vendedor le explica quién es y que trabaja en la Plaza de la Tecnología. "Ella lo único que quiere es encontrar hablar con ustedes. No se si pueda hacerle ese milagro", agrega para después colgar.
Días después, la señora regresa al local, acompañada de su hijo, y el joven no revela sino que la falla era "que no entraban las llamadas".
El impactante mensaje de abandono a las personas de la tercera edad, o adultos en plenitud, es un fenómeno que es imoperioso erradicar.
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AESC