Conocido ahora como el Estafador de Tinder, Simon Leviev, resultó ser más inteligente de lo que creían, logró engañar a muchas mujeres bajo la promesa del amor, y como si fuera sacado de una película de Hollywood, armó un gran plan para cometer sus delitos.
Los hechos quedaron registrados en el documental de Netflix, ‘El Estafador de Tinder’, en el que muestran las artimañas y planes que incluyen espionaje, millones de dólares y vidas en peligro.
La historia parece ser una ficción muy buena, pero es una terrible realidad, el caso es cierto y ha logrado colocarse en las tendencias de la plataforma, por el nivel de inteligencia que mostró el estafador, y que genera la reflexión en torno a las redes sociales y su nivel de seguridad.
¿Quién es Simon Leviev?
Simon Leviev nació en Bnei Brak, una ciudad cercana a Tel Aviv, Israel, su verdadero nombre es Shimon Hayut, aunque lo cambió en un acto que desde pequeño revelaba su mentalidad estafadora, pues fingió tener relación con el magnate de los diamantes Lev Leviev.
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Hayut creció en la ciudad predominantemente ultraortodoxa, y su padre, Yohanan Hayut, era el rabino principal de El Al. A la edad de 20 años, robó cheques de una familia en Kiryat Ono cuando cuidaba a su hijo de 4 años y lo abandonó en el hueco de la escalera cuando escuchó que la madre estaba en la comisaría presentando una denuncia por el robo.
Hayut robó otros cheques de la familia de un hombre de negocios que vivía en Herzliya Pituah, en cuya casa trabajaba como personal de mantenimiento y usó el dinero para comprar un Porsche y tomar lecciones de vuelo en Haifa.
También estafó a un compañero de curso convenciéndolo de invertir en un negocio de ropa que resultó ser mentira. En 2011, fue acusado formalmente de robo, falsificación y fraude, pero huyó a Finlandia antes de que se celebrara el juicio.
El estafador de Tinder usó esta identidad basada en el verdadero magnate de los diamantes que lleva este apellido para hacerse pasar como miembro de la familia que construyó un imperio millonario con la venta de diamantes.
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JAL