Entre muchos logros históricos que dejó la época del Porfiriato, también dejo detrás de sí el origen de la peyorativa palabra “joto”, que incluso hoy en día se usa como una “mala palabra”.
Al igual que la historia de los 41, que fueron detenidos durante una fiesta homosexual, el origen de este calificativo se remonta a la época en la que Porfirio Díaz era presidente de México.
Su origen nace en Lecumberri, la infame prisión que fue inaugurada en 1900 por el entonces presidente Porfirio Díaz y de la cual se detalla que muchos de los prisioneros terminaban severamente afectados de sus capacidades mentales debido a las terribles condiciones de vida a las que eran sometidos día con día.
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Así fue el día en que Juan Gabriel llegó a la cárcel de Lecumberri por un delito que no cometió
Así como cualquier prisión, Lecumberri estaba seccionado por pabellones o pasillos, donde eran alojados los delincuentes dependiendo del delito que hubiesen cometido.
El pasillo para los criminales por robo era el “A”, los que cometían delitos no graves eran encarcelados en las celdas ubicadas en los pasillos “B”, aquellos que cometieran delitos a un proceso corto iban al pasillo “H”, el pasillo “I” era para comisionados distinguidos y así se separaba con el resto de letras del abecedario.
Justamente en el pasillo marcado con la letra “J” era en donde se enviaba a las personas homosexuales, por lo que aquellos prisioneros correspondientes al pasillo “J”, eran llamados “jotos”.
Como en muchas ocasiones ocurre, la palabra no tardó en salir de las paredes de Lecumberri y comenzó a usarse no solo a gente prisionera, sino también con aquellos que fueran homosexuales en la sociedad en general, así como se le dio una denotación discriminatoria.
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ASC