La Capa de Ozono fue descubierta en 1913 por los físicos franceses Charles Fabry y Henri Buisson, posteriormente el británico Gordon Dobson estudió sus propiedades, logrando deducir, mediante la observación de las trayectorias de caída de los meteoritos en la atmósfera, que el perfil de temperaturas en la troposfera no era constante, elevándose considerablemente, deduciendo que en esa zona la radiación UV era absorbida en mayor medida.
El Convenio de Viena facultó al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) a elaborar un protocolo que incluyera medidas de control para la recuperación de la Capa de Ozono. Como resultado de las negociaciones, el 16 de septiembre de 1987 se firmó el Protocolo de Montreal, en referencia a las sustancias que agotan la Capa de Ozono; el acuerdo global ambiental busca regular el consumo y producción de las sustancias que dañan la Capa de Ozono, las cuales son conocidas como SAO.
Protocolo de Kioto
El Protocolo de Kioto, que entró en vigor en febrero del 2005, establece, en principio, objetivos para reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero de los principales países desarrollados y economías en transición, con un calendario de cumplimiento.
La evolución
Durante el 2022, las observaciones satelitales de la NASA determinaron que el agujero de ozono en el Ártico alcanzó un tamaño récord de 24.8 millones de km2 (aproximadamente el volumen de América del Norte)
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JG