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Una sesión de fotos llevó al límite de la desesperación a Émile Roy, una joven de 27 años oriunda de Quebec, en Canadá. Lo que debían ser imágenes que perduraran en el recuerdo, se tornaron en una situación angustiante para ella, quien, en medio de todo el movimiento que implicaba la actividad, perdió su anillo de compromiso.
En un video que ya obtuvo millones de reproducciones en la red social de videos TikTok, la chica mostró cómo, ante la falta de otras alternativas como un detector de metales, tuvo que improvisar sus métodos de rescate.
Émile y su prometido querían disfrutar del paisaje otoñal, por lo que organizaron una pequeña escapada al bosque. Así, con su futura boda en puerta, lo único que deseaban era seguir creando memorias juntos y recordarlas a través de las imágenes. “Tom estaba tomando fotos de mí tirando hojas en el aire. Después de unas cuantas tomas, mi anillo se deslizó y se me salió del dedo”, compartió la joven a Newsweek, luego de que su historia cobró una gran viralidad en redes sociales.
En medio de la búsqueda de soluciones, ambos comenzaron a aplicar algunos métodos poco convencionales. Primero, la mujer le pidió a su novio que le prestara uno de sus anillos. Inmediatamente, se lo colocó en el dedo, exactamente como tenía el que estaba perdido, y luego imitó la misma pose en una especie de recreación que les permitiera imaginar lo que había pasado.
Como esa alternativa no dio resultado, los jóvenes comenzaron a recoger las hojas, mismas que momentos antes les habían servido de paisaje y utilería. Las pusieron en bolsas y las trasladaron dentro de su hospedaje con el objetivo de revisar una a una la joya. “Mientras mi prometido seguía mirando afuera, comencé a clasificar las hojas en la bañadera. Pensé que oiría al anillo caer y que el fondo blanco me daría una mejor vista”.
A pesar de que tenía confianza en su plan, Roy de nuevo fracasó en su intento y fue entonces cuando se dispuso a grabar el instante que se viralizó en TikTok. Ahí, los usuarios le dieron algunas ideas para aumentar sus probabilidades de tener éxito, como ir por un detector de metales. Sin embargo, para ese momento, por la hora, ya no era factible. Las opciones fueron tantas que alguien incluso le sugirió que le pidiera con fervor al santo de las cosas perdidas. Tras analizar las recomendaciones, la joven se reunió con su prometido otra vez. Para ese entonces, ya no había luz solar.
“Se veía completamente negro. Utilizamos las linternas de nuestros teléfonos para que el zafiro de mi anillo se reflejara y, increíblemente, eso funcionó. Lo encontramos unos minutos más tarde, mucho más lejos de donde lo buscábamos. Al final tomó casi seis horas”.
Con el resultado de todos sus procedimientos, la chica recurrió a su perfil de redes sociales para sorprender y acabar con la duda de quienes se preguntaban el desenlace. Sobre los millones de vistas que tuvieron sus clips, reveló para el medio citado que se sentía sorprendida y encantada con que la gente de la comunidad virtual también aportara soluciones.
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LG
