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Día de Muertos 2023: ¿Por qué no se debe poner ofrenda a un recién fallecido?

Según los usos y las costumbres es necesario que pase un tiempo para que, como espíritus, trasciendan y bajen por su “itacate”, te contamos más de esta tradición
¿Las ofrendas no son para todos? Foto: Especial

Según la creencia popular, las ofrendas de Día de Muertos, inician desde el 29 de septiembre, día de San Miguel Arcángel, pues desde esa fecha, las almas comienzan a formarse para sus días de regreso.

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Posterior a esto, el 27 se recuerda a todas las mascotas, ya para el 28 de octubre, acuden los que tuvieron la mala fortuna de morir de manera trágica y violenta, ya sea en accidentes o asesinados.

El 29 de octubre se puede prender una veladora y se coloca un vaso con agua dedicado a difuntos olvidados, a los que ya nadie les ofrenda nada y no se les recuerda. El 30 de octubre, el altar se dedica a los niños que murieron sin ser bautizados y que se encuentran en el limbo.

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El 1 de noviembre es Día de Todos Santos o de los “chiquitos”, y ese se recuerda a los niños que murieron.

El 2 de noviembre es para los “grandes" o el día fuerte se les espera en el altar con todo tipo de comidas regionales, que son preparados desde la noche anterior, pero en punto de las 12 horas, nuestros difuntos deben regresar al Mictlán.

¿Por qué no se les debe poner ofrenda a los recién fallecidos?

Según las costumbres que pasan de generación en generación, se cree que a los familiares y seres queridos que fallecieron o fueron asesinados después del mes de agosto, no se les debe poner ofrenda aún, pues de ser así, ya no trascienden al Mictlán o el mundo de los muertos, explicó Elena Romero, mujer longeva que año con año pone su ofrenda.

Recuerda que su abuela le contaba que los recién fallecidos servían de “mulas” o “cargadores”, porque, aunque sí regresaban al mundo de los vivos, no lo hacían para degustar sus alimentos ni acudir a sus casas, venían de compañero de los fieles difuntos y les cargaban su “itacate” de regreso.

Ya una vez que cumplieron el año luctuoso, ya pueden bajar a sus ofrendas y visitar a sus familiares.

“Se cuenta que cuando una persona muere entre agosto y octubre no se les puede colocar la ofrenda porque se les cortaría su camino y entonces ellos sufrirían mucho por eso es recomendable que cumplido un año de difuntos ya se les coloque su ofrenda, esto es porque ya fueron juzgados y ya tiene permiso de venir”, explicó.