Hoy en día el voto de las mujeres es una realidad política y jurídica escrita, un derecho. A la mujer se le ha permitido participar en la sociedad y contribuir en la toma de decisiones, pero ¿es así en todos los lugares?
Se sabe que el recorrido de la mujer en la toma de decisiones no ha sido fácil, a pesar de que en algunos lugares ya está acentuado y proclamado, no siempre se valida como debe ser.
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Ahora bien, por increíble que parezca, existe un lugar en el que las mujeres son silenciadas legalmente, sin tener voz y como consiguiente voto.
¿Cuál es ese lugar?
Ni una monarquía, ni una isla, ni algún lugar de Afganistán; el lugar donde las mujeres en pleno 2023 no pueden ejercer el voto es en la Ciudad del Vaticano.
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En el Estado del Vaticano el papa es el soberano, y únicamente lo elige el Colegio Cardenalicio formado por sólo hombres de la iglesia católica. Esto es de hecho su normativa, sólo los hombres pueden ser sacerdotes y como consiguiente, solo ellos pueden elegir.
Quien únicamente decide lo que se hace en este país actualmente es el papa Francisco, ya que es la máxima autoridad de esta teocracia que alberga la Santa Sede. Este ascendió en las últimas 'elecciones' del Vaticano que fueron en 2013, cuando se dio el cónclave tras la dimisión de Benedicto XVI
¿Y en otros países qué pasa con el voto?
Si bien es legal en otros países el derecho al voto para las mujeres, este se encuentra limitado. Un buen ejemplo sería el de Arabia Saudi, que anteriormente se encontraba igual que el vaticano.
No fue hasta 2012 que se estarían habilitadas para sufragar en las elecciones municipales y a participar en la Asamblea Consultiva del país, un órgano con poderes limitados designado por el rey.
Una realidad en todos los países
La mujer siempre está expuesta a ser inferiorizada por la figura masculina, ya que está ha tenido durante toda la historia el poder. El poder para sentir que es más, que puede dominar, ordenar, aunque no sea así. La lucha de las mujeres continua, no acaba, a veces no parece tener fin; se vive en una sociedad tan arraigada que se va a pasos pequeños.
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CC