LaNASAestá a punto de lograr un hito histórico en la exploración espacial. Después de siete años de búsqueda, la nave espacial Osiris-Rex se está preparando para dejar caer en la Tierra la muestra más grande hasta ahora de un asteroide. Esta emocionante misión tiene como objetivo traer muestras del asteroide Bennu, un remanente de la formación del sistema solar hace 4500 millones de años.
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La nave espacial Osiris-Rex, lanzada en 2016 en una misión de 1000 millones de dólares, ha estado orbitando el asteroide Bennu desde 2018. Bennu, descubierto en 1999, es una pequeña roca espacial de medio kilómetro de ancho con una superficie negra y rugosa llena de rocas. Los científicos creen que este asteroide contiene valiosos restos de la formación del sistema solar y puede proporcionar información crucial sobre cómo se formó la Tierra y la vida.
La misión de Osiris-Rex ha sido un verdadero desafío. Durante dos años, la nave espacial ha volado alrededor de Bennu en busca del mejor lugar para tomar muestras. En 2020, la nave espacial se acercó a la superficie del asteroide y succionó polvo y guijarros con una aspiradora de tres metros de largo. Sin embargo, la cantidad exacta de muestras en el interior de la cápsula de muestra no se conocerá hasta que se abra.
La entrega de la muestra en Utah
Después de su exitoso encuentro con Bennu, Osiris-Rex está listo para entregar la muestra en la Tierra. El domingo 24 de septiembre, la cápsula de muestra se lanzará en paracaídas en el desierto de Utah, mientras la nave nodriza se alejará rápidamente para su próximo encuentro con otro asteroide.
Los científicos esperan recibir alrededor de 250 gramos de guijarros y polvo, mucho más que las muestras traídas por misiones anteriores.
El proceso de entrega de la muestra será emocionante. La cápsula de muestra, que mide casi 81 centímetros de ancho y 50 centímetros de alto, ingresará a la atmósfera a una velocidad de 44.500 km/h durante los últimos 13 minutos de descenso.
Un paracaídas principal ralentizará el último tramo del descenso, permitiendo un suave aterrizaje a una velocidad de 18 km/h. Una vez que sea considerado seguro, la cápsula será llevada en helicóptero a un laboratorio en el rango de pruebas y entrenamiento del Departamento de Defensa de Utah.
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