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Internacional

Las rondas no pasan de moda

Por Marina MenéndezFotos Lisbet Goenaga

Especial para Por Esto!

En una época en que cierta agresividad musical amenaza la inocencia infantil, una cantante cubana pone en marcha un proyecto para promover las “canciones de niños”

LA HABANA.— Hace algún tiempo, la difusión en Facebook de un vídeo que mostraba a dos niños, de uniforme, bailando reggaeton a la usanza de adultos de los menos “compuestos”, escandalizó a muchos.

El suceso, interpretado seguramente por los padres como un pasaje gracioso o precoz de los pequeños fue, al parecer, difundido por ellos mismos, con lo que revelaron el corto punto de mira con que algunos adultos, posiblemente por falta de conocimiento, afrontan el hecho de que menores aprendan prácticas o gestos no compatibles con sus años, y que tampoco les aportan los valores apropiados, al menos en esa etapa de sus vidas.

Aunque no se trata de una práctica generalizada, tampoco resulta escaso escuchar en actos o fiestas infantiles, la música —y no la mejor— de los mayores.

El problema puede no ser exclusivo de la isla. El pasado diciembre, el sitio web de la chilena Radio Cooperativa citaba a la sicoterapeuta infantil Gabriela Muñoz, quien alertaba acerca de lo nocivo que puede resultar para el desarrollo cognitivo de los infantes el impacto de géneros musicales como el reggaeton.

“Sobre todo, dijo, les ayudan poco las canciones ‘“hipersexualizadas’ en torno a cuyas letras ellos no están preparados para discernir”.

La problemática se da la mano con preocupaciones como la temprana imposición de modelos y patrones sexistas a niñas ataviadas a destiempo como adultas, otra cuestión abordada en programas televisivos cubanos dedicados a la ciencia.

Con esos presupuestos “en cartera” irrumpimos estas reporteras en la grabación del nuevo disco de Rochy Ameneiro, una intérprete cubana que se autodefine como “defensora de la canción de autor”, y enrolada ahora en un proyecto que acomete junto a su hijo Rodrigo García, uno de los más prometedores pianistas del patio que asoma a los escenarios sin haber concluido sus estudios en el Instituto Superior de Arte (ISA), y quien le acompaña aquí como productor y arreglista.

“Cancioncita para ti” es el tema que da título al CD, primero de música infantil que graba Rochy, quien también se estrena como compositora de letras de canciones, con la música de Rodrigo.

El álbum pregona con el ejemplo. Cuatro preciosas niñas interpretan los coros, con lo que acaba de completarse el ensueño que traslada, a quien escucha, al mundo infantil.

Las pequeñas estudian música y ya habían grabado antes, pero asumen con la misma ilusión este nuevo “reto”. El mensaje de amor lo completan dos preciosos video-clips.

“La energía del disco es defender el trabajo con los niños desde las edades tempranas y desde las familias”, explica Ameneiro.

“Muchos pequeños escuchan música que no está acorde con su nivel ni sus edades, cuando todavía ellos debieran disfrutar su inocencia. Debe entenderse que la música es importante para su formación, desde pequeñitos”.

Líder desde 2011 del proyecto “Todas contracorriente”, que defiende la no violencia contra las mujeres —inclusivo de ellas y también de los hombres—, Rochy apunta que esta es una labor encaminada a la difusión de la cultura y la paz. Un mensaje que ella envía al mundo “usando mis espacios como artista”, y entendiendo la cultura de paz como igualdad y respeto a la diversidad.

Ahora, la salida a la luz de “Cancioncita…” la adentra, sencillamente, en un nuevo período de ese mismo trabajo. “Es una parte del proyecto que no habíamos tocado directamente”, cuenta.

“Comenzamos con este disco y los videoclips, y luego queremos empezar una labor a nivel de comunidad y de país”.

En su opinión, es importante que en la correcta educación de los menores participen las familias, el núcleo central, y hasta los vecinos, en alianza con los educadores.

En ese empeño, el disco no podía ser resultado de una escogencia de temas al azar. Trabajan asesorados por especialistas para respaldar, mediante la música, el desempeño que con el mismo fin “realizan muchas personas en Cuba, de forma multidisciplinaria”, afirma.

La Dra. Ana María Siverio, creadora del prestigioso método cubano Educa a tu hijo, les asesora. También cuentan con la guía del escritor y especialista de masculinidades y violencia Dr. Julio César Pagés, autor de libros como “Macho, varón, masculino” y “Por andar vestida de hombre”.

No considera que haya disminuido aquí, al menos, la producción de música infantil. Reconocidos autores e intérpretes contemporáneos como Lidys Lamorú, Liuba María Hevia, el dúo Karma y Kiki Corona, entre los más conocidos, tienen una importante obra que honra y sigue los pasos de Teresita Fernández, una mujer queridísima entre varias generaciones de niños, y con cuyas composiciones creció hasta esta reportera…

“En todo caso, lo que puede haber decaído es la promoción”, afirma Rochy. “Este es nuestro pequeño granito de arena dentro de un espectro inmenso. Porque muchos hacen este trabajo hace muchos años”.

Asiente cuando se le pregunta si el asunto constituye una preocupación para las instituciones implicadas.

“Siempre les ha preocupado que la infancia, la adolescencia y la juventud estén recibiendo una cultura acorde con la educación que necesitan. Pero Cuba no es un mundo aislado. Somos un país dentro de la globalización, y de lo que ocurre con la música a nivel internacional”.

En familia

Le satisface también a Rochy que el disco en producción, bajo el sello Abdala y con el respaldo del Centro Nacional de Música Popular, sea una “empresa” en familia.

Hija del compositor Sergio Ameneiro, ella ha incorporado al disco dos de sus canciones. Una la “hizo” por primera vez con su hermana en un programa de la TV, cuando ambas eran niñas. Ahora la cantará junto a un popular autor e intérprete de la isla, Tony Avila.

Las niñas de los coros son sus sobrinas Adriana y Andrea López-Gavilán, la otra voz infantil es la de su ahijada, Alicita Jardines, y se ha sumado Carolina, amiguita de éstas e hija del cantante Leo Vera. Las voces de los niños son las de Fabio y Diego, que también son familiares porque su padre es, como Leo, un gran amigo.

Tania Has, novia de Rodrigo, participa junto a una selección de cuerdas ayudada por la directora de la Orquesta de Cámara de La Habana, Dayana García, cuñada de Rochy. En el clarinete está otro sobrino, Alejandro Calzadilla, también un espectacular saxofonista, asegura.

Se completan con la banda Ceda el paso, donde toca Rodrigo, quien en su rol de productor procura “crear cosas que un niño entienda y les gusten”.

“La música infantil es diferente. Deben ser creaciones fáciles para su comprensión y que no se parezcan a otros arreglos de música para niños, que hay muchos. Entonces tienes que explotar la tímbrica, cambiar los formatos…

“Y desde luego, que quede bien. Hay que pensar que un disco queda ahí… para siempre”.

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