BAGDAD, Irak, 27 de octubre (EFE).- Una nueva oleada de protestas en Irak para pedir más servicios básicos y el fin del desempleo y la corrupción suma 74 muertos y más de 3,600 heridos en tres días de enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad, sin que se atisbe el fin de este movimiento.
Después de que a principios de mes una semana de manifestaciones con los mismos objetivos se saldase con 157 fallecidos, en esta ocasión la cifra desde su inicio el viernes por la mañana se eleva ya a 74, mientras que los heridos son 3,654, según los últimos datos de la gubernamental Comisión de Derechos Humanos.
Las víctimas se registraron en Bagdad y el centro y sur del país, la mayoría por gases lacrimógenos y disparos de los guardias de seguridad de las sedes de partidos políticos que los manifestantes trataron de asaltar.
Según un comunicado de la comisión, durante los disturbios al menos 90 edificios públicos y privados resultaron dañados o fueron quemados y 158 personas fueron detenidas, la gran mayoría durante el desalojo de sentadas en la provincias surorientales de Basora y Di Qar.
De ellos, 123 han sido ya puestos en libertad.
Se trata de la reanudación de las protestas registradas a principios de octubre para pedir servicios básicos y más empleo en Irak, además de condenar la corrupción, y en las que murieron 157 personas, la mayoría a causa de la represión policial.