Cristóbal León Campos
I
La fuerza del poder popular recorre todo Ecuador, la enorme movilización que va desde las zonas marginadas de la periferia hasta la capital, con más de veinte mil indígenas agrupados en la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), pone en jaque al gobierno neoliberal de Lenín Moreno, quien asustado ha trasladado su gobierno a Guayaquil (localidad conocida por ser el bastión de la derecha), una respuesta preventiva de los grupos conservadores, que advierten silenciosamente, tanto la posibilidad latente de la caída de Moreno, como de la utilización suprema de la brutalidad represiva, las tanquetas recorren las calles desde hace días, el despliegue militar es por todos los rincones y el estado de excepción impone un aura oscura sobre los acontecimientos, sin embargo, esas mismas tanquetas son interceptadas por los manifestantes y detenidas, los militares son enfrentados con arrojo por obreros, campesinos, estudiantes, indígenas (mujeres y hombres) desarmados pero decididos a reclamar la derogación del paquetazo económico y de las medidas neofascistas del Estado excepción. Una muestra del poder popular y de la decisión férrea de resistir, son las palabras de Jaime Vargas, presidente de la CONAIE, quien declaró un “Estado de excepción” en todos los territorios indígenas: “Militares y policías que se acerquen a territorios indígenas serán retenidos y sometidos a la justicia indígena, reconocida por la Constitución”. Una importante cantidad de militares se encuentran retenidos en las comunidades del interior del país sudamericano.
II
El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, declaró que el ex mandatario Rafael Correa y el presidente venezolano Nicolás Maduro, son quienes están detrás de las movilizaciones, Moreno los culpa del clima de crisis que vive su gobierno, buscando distraer su responsabilidad en el mal manejo de la economía y, desprestigiar así, las razones verdaderas y profundas de la inconformidad popular que ha generado el paquetazo económico que él mismo ha impulsado. La clásica estrategia mediática de la derecha está en marcha, por una parte, los medios de comunicación masiva plegados a los mandatos neoliberales e imperialistas ocultan la información de lo que acontece en Ecuador, o la tergiversan acusando a los manifestantes de ser los causantes de los enfrentamientos y de la represión que sobre ellos se ejerce, por el otro lado, los medios comienzan a generar en el clima internacional, la hipótesis de Moreno, para culpar a Correa y Maduro de ser los agitadores ocultos, esto, con el fin no únicamente de desprestigiar las demandas sociales, sino de preparar el camino para una agresión contra la resistencia ecuatoriana y contra la soberanía de Venezuela. Nótese muy bien que hasta ahora, un manto de silencio cubre a la OEA y al Grupo Lima, además de a la sede del gobierno estadounidense en Washington, no se han mostrado preocupados por la violación a los derechos humanos que de por sí supone el establecimiento de un Estado de excepción y el despliegue de más de treinta mil efectivos para la represión militar y policiaca. Por el contrario, los gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala, Paraguay y Perú, difundieron un comunicado en conjunto, planteando su total respaldo a las medidas antipopulares y neoliberales de Lenín Moreno, la ultraderecha busca protegerse de los efectos expansivos que la gran movilización ecuatoriana puede generar.
III
“¡Fuera Moreno, fuera!”, gritan los manifestantes mientras ingresan a las instalaciones de la Asamblea Nacional de Ecuador en Quito, la fuerza popular ha roto los cercos militares y policiacos, avanzan decididos para derrocar al gobierno neoliberal. La protesta se engrandece, el deseo de poner fin a la injusticia se profundiza generando las bases para el despertar de la conciencia de clase, las movilizaciones no cuestionan únicamente las medidas económicas implementadas en los días pasados, cuestionan al sistema mismo, por expresar el descontento ante estructuras de poder político y económico usadas para oprimir a los trabajadores y trabajadoras urbanos y rurales, la presencia mayoritaria indígena inserta el elemento decisivo en la liberación de nuestros pueblos latinoamericanos, la raíz misma del origen violentado en una encrucijada de la lucha de clases. La fuerza popular ecuatoriana se forma en la acción combinada con el conocimiento de los padecimientos, las clases y los sectores sociales en resistencia han convocado para este miércoles a la Huelga General, medida planeada para derogar el paquetazo económico y posibilitar la caída definitiva del gobierno de Lenín Moreno. Ecuador, como toda Latinoamérica, requiere la reformulación del proyecto socialista para conquistar la emancipación plena.
*Integrante del Colectivo Disyuntivas