Áñez antes de asumir de forma interina la jefatura de Estado fue designada presidenta del Senado, cámara de la que era una de las vicepresidentas.
Ciudad de México, 12 de noviembre (EFE/AP/SinEmbargo).-La autoproclamada Presidente de Bolivia, Jeanine Áñez, llegó esta noche al antiguo palacio Presidencial de ese país portando en sus manos y a lo alto una Biblia y dijo:
“Gracias a Dios ha permitido que la Biblia vuelva a entrar a Palacio, que él nos bendiga”.
Aunque nadie le tomó juramento, el jefe militar le puso la banda presidencial y le entregó el bastón de mando. Posteriormente, Áñez pidió un minuto de silencio para los cuatro muertos durante las protestas y llamó a las Fuerzas Armadas a ayudar a pacificar el país.
Jeanine Áñez asumió este martes la presidencia interina de Bolivia dos días después de la renuncia de Evo Morales, en una sesión parlamentaria con la ausencia de los representantes del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS).
Áñez antes de asumir de forma interina la jefatura de Estado fue designada presidenta del Senado, cámara de la que era una de las vicepresidentas. Foto: Natacha Pisarenko, AP
“Asumo de inmediato la Presidencia del Estado”, proclamó la Senadora de Unión Demócrata, que activó la línea sucesoria tras haber quedado rota al dejar Morales el poder y con él todos los cargos oficialistas que hubieran podido sucederle.
Áñez antes de asumir de forma interina la jefatura de Estado fue designada presidenta del Senado, cámara de la que era una de las vicepresidentas.
La Constitución boliviana establece que en ausencia del Jefe de Estado asume la Presidencia, en este orden, el vicepresidente del país, el presidente del Senado y el del Congreso.
Todos estos cargos habían renunciado tras haber anunciado el pasado domingo su salida del poder Evo Morales.
Jeanine Áñez se comprometió a “convocar elecciones lo más pronto posible”, en pos de una “Bolivia libre y democrática”. Foto: Juan Karita, AP
La nueva Presidenta interina agradeció la confianza ante los “días duros” que se avecinan en Bolivia, en sus primeras palabras tras asumir el mando del país, en el que la salida de Morales había dejado un vacío de poder, con militares y policías como únicas autoridades.
“No va ser muy fácil”, reconoció, ante una Bolivia que desde las elecciones del 20 de octubre atraviesa una grave crisis política y social, con al menos siete muertos y cientos de heridos.
Jeanine Áñez se comprometió a “convocar elecciones lo más pronto posible”, en pos de una “Bolivia libre y democrática”.
“Dios les bendiga, felicidades Bolivia”, exclamó entre gritos de “Bolivia, Bolivia” en el Parlamento.