CABO CAÑAVERAL, EE.UU., 20 de diciembre (AFP).- Boeing fracasó este viernes en el intento de enviar su cápsula Starliner hasta la Estación Espacial Internacional (ISS) sin astronauta a bordo. La misión se consideraba como una prueba crucial antes de enviar tripulaciones de la Nasa a partir de 2020.
El despegue transcurrió con normalidad y, un cuarto de hora después del lanzamiento, la cápsula se separó sin problemas del cohete Atlas V en el que iba subida.
Pero los motores de la cápsula no se encendieron según lo previsto y ésta no pudo situarse en la buena trayectoria para dirigirse hacia la ISS, que vuela en órbita terrestre a unos 400 km de altitud.
El fallo provocó que Starliner consumiera demasiado carburante para intentar corregir su posición automáticamente, por lo que ya no puede cumplir su misión.
La Nasa decidió por tanto traer de vuelta la nave a la Tierra. Starliner aterrizará en Nuevo México, en el oeste de Estados Unidos, en las próximas 48 horas, indicó un dirigente de Boeing durante una rueda de prensa en el centro espacial Kennedy.
Esta prueba del CST-100 Starliner, nombre oficial de la nave construida por Boeing, era determinante para la mancillada reputación del gigante aeroespacial, empañada por los problemas de su avión 737 MAX, pero también para el orgullo nacional estadounidense.
Desde que retiró el Space Shuttle, tras 30 años de servicio, el transporte de astronautas de Estados Unidos a la ISS lo realizan los cohetes rusos Soyuz, una dependencia de la que Washington quiere librarse, aunque la cooperación espacial entre los dos países se ha mantenido en excelentes términos a lo largo de los años.