ARGEL, 26 de marzo (EFE).- El jefe del Ejército argelino y viceministro de Defensa, general Ahmed Gaïd Salah, pidió hoy la inhabilitación al presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika, de 81 años y gravemente enfermo desde 2013.
Desde que hace un año comenzara el debate sobre si Bouteflika debía presentarse a un quinto mandato consecutivo pese a su incierto estado de salud, el general ha sido uno de los más férreos defensores de esa opción.
Y la ha sostenido desde que el pasado 22 de febrero estallaran las protestas en la calle pese a que gran parte del Ejército y de la Policía se negaran primero a intervenir y después apoyaran en público las manifestaciones, que se repiten desde entonces cada viernes.
En este contexto, Gaïd Salah, quien probablemente también salga del poder, recurrió hoy a la necesidad de defender y proteger la unidad del Estado para pedir la aplicación del artículo 102 de la Constitución, que permite inhabilitar al presidente por razones de salud.
“La situación en nuestro país está marcada, en estos días, por marchas populares pacíficas, organizadas en todo el territorio nacional, que exigen cambios políticos”, explicó el oficial en un discurso ofrecido en la ciudad central de Ouargla.
Unas protestas que pese a ser pacíficas, “podrían ser explotadas por partes hostiles y malintencionadas, tanto en el interior como en el exterior el país, para tratar de quebrar la estabilidad del país”, argumentó.
Por ello “y para evitar a nuestra nación cualquier situación incierta, es deber de todos trabajar con patriotismo y sacrificio, y privilegiar los intereses supremos del país para encontrar, en el futuro inmediato, una solución a la crisis”.
“En este contexto, se hace necesario, incluso imperativo, adoptar una solución que responda a las demandas legítimas del pueblo argelino y que garantice el respeto a la Constitución y el mantenimiento de la soberanía del Estado”, agregó.
“Una solución capaz de alcanzar el consenso de todas las visiones y el acuerdo unánime de todas las partes, estipulada por la Constitución en su artículo 102”, concluyó.
La aplicación del citado artículo abre ahora varios escenarios posibles en un país que es clave para la estabilidad energética y económica de Europa, y para la seguridad de toda la cuenca del Mediterráneo.
Si se aplica de pleno la Constitución, la inhabilitación del mandatario supondría que el poder ejecutivo pasaría al presidente del Consejo Constitucional, Abdelkader Bensalah, quien dispondría de un periodo de transición de cuatro meses para convocar unas elecciones presidenciales a las que él no podría concurrir.