La Habana, Cuba.- (Por Pelayo Terry Cuervo, exclusivo para Por Esto!) En medio del creciente rechazo internacional a la aplicación del Título III de la Ley Helms-Burton, las autoridades cubanas aprovecharon el inicio de semana para agradecer el apoyo recibido desde diferentes puntos del planeta, ante el aumento en la escalada agresiva del gobierno de Estados Unidos contra la mayor de las Antillas.
El canciller Bruno Rodríguez Parrilla, como ya se va haciendo habitual, aprovechó su cuenta en Twitter para mostrar el agradecimiento.
“Cuba agradece amplio rechazo internacional de gobiernos, empresas y figuras en contra de la Ley Helms-Burton. Es una aberración jurídica, una flagrante violación del Derecho Internacional, transgrede las reglas del comercio y es una agresión a la soberanía de Cuba y de terceros Estados”, escribió el Ministro.
Por otro lado, el sitio web Cubaminrex dio a conocer la posición de un experto de la Organización de las Naciones Unidas, quien manifestó que el uso de sanciones económicas con fines políticos viola los derechos humanos y las normas de comportamiento internacional, acción que puede precipitar catástrofes humanitarias de proporciones sin precedentes.
El Relator Especial sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, Sr. Idriss Jazairy, expresó su profunda preocupación por la reciente imposición de medidas coercitivas unilaterales a Cuba.
La nota circulada por la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, indicó que el cambio de régimen a través de medidas económicas que pueden llevar a la negación de los derechos humanos básicos y, posiblemente, a la inanición, nunca ha sido una práctica aceptada de las relaciones internacionales. Y agregó que las preocupaciones reales y las serias diferencias políticas entre los gobiernos nunca deben resolverse mediante la precipitación de desastres económicos y humanitarios, convirtiendo a la gente común en peones y rehenes de los mismos.
En un párrafo dedicado a la implementación del Título III de la Ley Helms Burton, que permite a los ciudadanos estadounidenses presentar demandas contra entidades cubanas y compañías extranjeras por bienes incautados y utilizados tras la Revolución Cubana en 1959, el comunicado denuncia que ésta ignoró las protestas de la Unión Europea y Canadá y fue un ataque directo a europeos y empresas canadienses en Cuba, donde se encuentran los principales inversores extranjeros.
“El recurso por parte de una gran potencia de su posición dominante en el ámbito financiero internacional contra sus propios aliados para causar dificultades económicas a la economía de los Estados soberanos es contrario al derecho internacional e inevitablemente socava los derechos humanos de sus ciudadanos”, añadió el experto Jazairy.
Profundamente preocupado, llamó a la comunidad internacional a unirse para cuestionar lo que equivale a un bloqueo que ignora la soberanía de un país, los derechos humanos de su población y los derechos de los terceros países que comercian con Estados sancionados, todo lo cual constituye una amenaza para la paz y la seguridad mundiales.