Síguenos

Última hora

Consulado mexicano apoyará a las familias de los seis mexicanos del avionazo en Filadelfia

Internacional

Más Cuba en la red de redes

Por Marina MenéndezFotos: Lisbet GoenagaEspecial para Por Esto! y Archivo

LA HABANA.— La reciente creación de la página web del Ministerio del Interior de Cuba (www.minint.gob.cu) da cuenta de los avances en la isla en materia de comunicación e informatización de la sociedad, un proceso que acaba de concluir la primera etapa de su desarrollo y tiene aún ante sí muchos desafíos; sobre todo en lo relacionado con la interacción de las instituciones con los públicos y la agilización de los trámites que la ciudadanía debe realizar.

Tal propósito recibe énfasis en los últimos años y ha recibido un espaldarazo con la elaboración de la Política de Comunicación Social del Estado y el Gobierno, aprobada el año pasado por el Consejo de Ministros y emergida de los Lineamientos que pusieron en blanco y negro los postulados del VI Congreso del Partido, en pos de la actualización del modelo económico y social cubano.

En contante y sonante, podría decirse que el parteaguas lo marcó el I Taller Nacional de Informatización y Ciberseguridad, celebrado en enero de 2015 y que clausuró el entonces primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel, hoy al frente de los Consejos de Estado y de Ministros. Allí se dio cuenta de la prioridad que la comunicación y, en general, la informatización, tienen a nivel de Estado, en busca de una sociedad cubana más próspera.

Cuatro años después, los resultados son ostensibles en la presencia de las instituciones cubanas en la web y la apertura de perfiles de altos funcionarios y dirigentes cubanos en las redes sociales, los cuales fungen como nuevos canales de comunicación que están a tono con el uso que se da a esos espacios de Internet en todo el orbe… Sin descuidar ni olvidar, desde luego, la manipulación que intereses oscuros hacen de ellos en otros lugares, contra lo cual deben erigirse quienes apuestan por el nuevo mundo mejor, que es posible, y contra el que reman hoy las fake-news.

Los informes debatidos en la más reciente legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular plasmaron los resultados obtenidos hasta 2018 que incluyen, desde luego, la extensión del acceso a Internet y la generalización de la telefonía móvil… Aunque ambas se extiendan en Cuba de manera atrasada con relación a otros lugares del planeta, a causa de las restricciones de un país pobre y bloqueado como éste, al cual conseguirlo todo le resulta más difícil y costoso.

Las cifras dadas a conocer por el ministro de Comunicaciones, Jorge Luis Perdomo Di-Lella, durante aquellas sesiones parlamentarias, en diciembre pasado, reflejaron el avance: la telefonía celular cubría para entonces el 85 por ciento de la nación y existían más de 600,000 líneas móviles, reflejadas en 5’300,000 suscriptores del servicio en toda la isla.

También se constataba la existencia de más de 1,830 radiobases de telefonía móvil con presencia en todos los municipios.

En tanto, se instalaron en 2018 unos 38,000 servicios de telefonía fija, un indicador que, no obstante, no crece, de acuerdo con la tendencia mundial de que este tipo de servicio disminuya mientras aumenta el celular, que implica menor en costo de inversión y necesita menor tiempo de despliegue.

La telefonía pública, por su parte, poseía en diciembre más de 61,000 servicios.

También el acceso a Internet, muy esperado en las áreas residenciales (hasta ahora se priorizó a los profesionales), empezaba a extenderse en las viviendas mediante el servicio conocido como Nauta Hogar, al que estaban suscritas al cierre del año pasado, 67,000 viviendas.

Las llamadas zonas wifi (áreas residenciales públicas con acceso a la red de redes) se extendieron hasta completar más de 1,270.

Sin embargo, la generalización del acceso a Internet por Datos a partir de diciembre y con más fuerza en lo que va del año, ha hecho menos profusa la presencia en estas áreas.

La prevalencia seguía, no obstante, en la instalación de Internet en los centros laborales y estudiantiles, desde donde accedía al servicio el 60 por ciento de las más de cinco millones de conexiones existentes. Las prioridades aquí han estado marcadas por los principios de una sociedad que gira en torno al hombre: se privilegian, entre otros, los sectores de salud, cultura, educación, ciencia y los de mayor impacto en la economía, sin descuidar a los órganos del Poder Popular de modo de avanzar en el denominado gobierno electrónico.

En todas las modalidades que no sean las institucionales, sigue latente un deseo: lograr el abaratamiento del servicio.

Desde Meucci…

Mirar atrás permite corroborar cuánto ha avanzado la comunicación en el planeta desde la aparición del teléfono y, desde luego, de la Internet, nacidos con cerca de un siglo de diferencia uno de la otra, y sin los cuales hoy no estaríamos hablando de celulares, redes sociales, conexiones por Datos, ni guerra cibernética.

Como en otras esferas de la vida, a la mayor de las Antillas le corresponde una honorífica posición protagónica con relación al teléfono, gracias al italiano Antonio Meucci, quien lo creó en 1855 pocos años después de su arribo a la isla como un inmigrante pobre, y ¡21 años antes! de que Graham Bell fuera erróneamente promovido como su inventor.

Trabajaba Meucci tras bambalalinas, en la definitoria tramoya, nada menos que en el célebre Teatro Tacón, en el lugar donde hoy se erige el Gran Teatro Alicia Alonso, de La Habana, y sitio en el que una sólida tarja lo recuerda.

Se cuenta que también laboraba con enfermos reumáticos, a quienes intentaba aliviar con pequeñas descargas eléctricas que un día descubrió podían ser transmitidas a partir de vibraciones sonoras. Y esos impulsos eléctricos posibilitaban la transmisión de la voz a distancia, por medio de un cable.

En 1871 perfeccionó el invento, que Meucci llamó teletrófono, y ese mismo año lo patentó; pero en 1874 no pudo pagar más los diez dólares anuales que se necesitaban para mantener los derechos legales sobre su creación.

Dos años después, el físico de origen escocés Graham Bell registró el suyo… y se llevó las glorias.

Siguiente noticia

Breves