BUENOS AIRES, Argentina, 10 de julio (EFE).- Un círculo pequeño de familiares y allegados del expresidente argentino Fernando de la Rúa (1999-2001), fallecido el martes a los 81 años, le dio el último adiós en un funeral privado que se celebró en la localidad de Pilar, en la provincia de Buenos Aires.
El sepelio se celebró tras un cortejo fúnebre integrado por una decena de automóviles y un grupo de granaderos que esperó al féretro -trasladado desde un establecimiento funerario de la capital- a las puertas del Cementerio Parque Memorial de Pilar.
Los alrededores de la ceremonia estuvieron custodiados por un operativo de seguridad, mientras los más cercanos al exmandatario, como su viuda, Inés Pertine, asistían a la inhumación.
Cientos de ciudadanos despidieron al político la jornada anterior en un velatorio público que se realizó en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso.