CIUDAD DEL VATICANO, 22 de julio (AP/EFE).- El Papa Francisco envió al presidente sirio, Bashar al Assad, una carta para expresar su “profunda preocupación” por la situación humanitaria en Siria y, en particular, el apuro por el que pasan los civiles en la provincia Idlib.
El Vaticano dijo que el cardenal Peter Turkson, uno de los principales asesores del Pontífice, entregó personalmente la carta a Assad durante una reunión el lunes en Damasco a la que asistió el embajador del Vaticano en Siria.
Fue un gesto inusual cuyo objetivo era demostrar la preocupación de Francisco ante la situación.
La oficina de Assad dijo en un comunicado que las conversaciones se centraron en los esfuerzos políticos para poner fin a la crisis. El presidente de Siria ha culpado a los países occidentales y regionales de apoyar a la insurgencia.
El secretario del Vaticano, Cardenal Pietro Paolin, dijo que la carta pedía que se protegieran las vidas civiles e infraestructura clave y exhortaba a Assad a tomar medidas concretas para llegar a una reconciliación.
Decenas de muertos
Decenas de personas murieron hoy en bombardeos en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, 38 de ellos en la localidad de Maarat al Numan, en la jornada más sangrienta para la población civil desde el comienzo en abril pasado de una ofensiva gubernamental no declarada contra las zonas rebeldes.
Las organizaciones Observatorio Sirio de Derechos Humanos y Defensa Civil Siria responsabilizaron a la aviación rusa de la muerte de más de 30 civiles en ataques contra un mercado popular y viviendas de Maarat al Numan, en el sur de Idlib.
Tras esas acusaciones, el Ministerio de Defensa de Rusia negó en un comunicado haber llevado a cabo una operación hoy en esa zona del país árabe, donde opera en apoyo al Ejército del presidente Bashar al Assad.
Desde finales de abril, las tropas gubernamentales y rusas han estado golpeando las áreas con presencia de grupos armados opositores en Idlib y otras provincias del noroeste de Siria, a pesar del pacto sellado en otoño de 2018 por Rusia y Turquía, esta última valedora de los insurgentes.
Ese acuerdo, que redujo las hostilidades entre Damasco y las facciones opositoras y por el que se creó un corredor desmilitarizado en torno a Idlib, ha hecho agua en los pasados meses, en medio del aumento de la violencia que hoy ha alcanzado su apogeo con la “mayor matanza” registrada desde el 30 de abril, tal y como la calificó el Observatorio.
Por su parte, la Defensa Civil Siria, que desarrolla labores de rescate en los territorios que escapan al control del Gobierno, aseguró en un comunicado que Rusia elude su responsabilidad por el deterioro de la situación humanitaria en el noroeste de Siria y el colapso del acuerdo.