AMMAN, Jordania, 24 de julio (EFE).- Varios países árabes se han sumado a las condenas de la comunidad internacional por la demolición por parte de Israel de decenas de viviendas palestinas en el barrio de Wadi Humus, colindante con Jerusalén Este pero bajo jurisdicción exclusiva de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
El rey Abdalá II de Jordania, país que tiene el papel de guardián de los lugares religiosos cristianos y musulmanes de Jerusalén, rechazó la medida adoptada por Israel y pidió a la comunidad internacional que intervenga para detener las demoliciones, según un comunicado de la Casa Real.
Abdalá II denunció que “estas prácticas tienen como objetivo la identidad árabe de Jerusalén”, cuya parte oriental fue ocupada por Israel en la Guerra de los Seis Días, de 1967 y anexionada en 1980 sin el reconocimiento internacional.