Por Alfredo García
Mientras EE.UU. presiona al mundo árabe para que acepten el “plan de paz” entre israelíes y palestinos, conocido como el “Acuerdo del Siglo”, el presidente palestino, Mahnud Abás, anunció la creación de una comisión para dejar de implementar los acuerdos de Oslo firmados con Israel en 1993, donde ambas partes se comprometieron a negociar un pacto permanente en un plazo de 5 años. Pasada más de 2 décadas, la relación entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina, ANP, se encuentra más distante que nunca.
Desde finales del 2018, Abás anunció la decisión del cese de la cooperación en materia de seguridad, economía “hasta que (Israel) reconozca el Estado de Palestina”. La decisión que afecta la cooperación entre la ANP y los organismos de seguridad israelíes, fue tomada en la reunión del Consejo Central de la Organización para la Liberación de Palestina, OLP, convocada a raíz de la reciente demolición por parte de Israel de 72 viviendas y desalojo de 17 palestinos en la zona de Sur Baher, entre Jerusalén Este y Cisjordania, acto condenado por palestinos, árabes, europeos y la ONU. Mientras el ministro de Seguridad israelí, Gilard Erdan, alegó una “acción de seguridad”, el líder palestino, Abás, lo calificó de “limpieza étnica y crimen contra la humanidad”. Desde 1967, Israel ha demolido más de 50 mil viviendas e instalaciones en territorio palestino.
Desde su campaña electoral, Trump prometió solucionar el conflicto israelí-palestino “rápidamente con el concurso de las dos partes”. Tras asumir la presidencia, el flamante presidente encargó a su yerno, Jared Kushner, elaborar el “Acuerdo del Siglo”, cuya fase económica con la promesa de una inversión internacional de 50 mil millones de dólares en 179 proyectos para crear puestos de trabajo, fue presentada en Bahréin el pasado 26 de junio durante el taller, “Paz para la Prosperidad”, con la participación de gobiernos y empresarios de 39 países aliados de EE.UU., y representantes de instituciones financieras internacionales bajo control norteamericano.
Sin embargo el pomposo proyecto, omitió la creación de un Estado Palestino. Israel no asistió al foro. Tampoco la ANP. Abás rechazó la invitación denunciando el evento como “intento de soborno para acabar con los derechos del pueblo palestino”. Por su parte el jefe negociador palestino, Saeb Erekat, declaró que a “cambio de empleos, Kushner pedía una declaración de rendición”. Musa Abu Marzuq, vocero de Hamas, dijo: “Este acuerdo sirve para destrozar la causa palestina y no para encontrar una solución apropiada para el conflicto palestino-israelí. Washington busca, además, (con este plan) integrar al régimen sionista (de Israel) en la región”.
El presidente palestino explicó la decisión de suspender la “cooperación” con las autoridades israelíes, debido a “la insistencia de la autoridad de la ocupación en la denegación de todos los acuerdos firmados y sus obligaciones. No sucumbiremos a los dictados y la imposición de un hecho consumado en el terreno con fuerza bruta específicamente en Jerusalén. Todo lo que el Estado de ocupación está haciendo es ilegal y nulo”, afirmó Abás.
El nuevo exabrupto israelí contra las viviendas palestinas, se produce en un contexto de malestar por la negativa de la ANP en recibir los impuestos que recauda Israel, al no incluir en la transferencia de dinero, la cantidad destinada a los presos palestinos en cárceles israelíes y sus familias, provocando una crisis económica parcialmente mitigada por la ayuda de Catar. El Acuerdo del Siglo, es un burdo intento de comprar la dignidad palestina, coordinado con el gobierno de Netanyahu en una estrategia colonizadora para anexionar los asentamientos de colonos israelíes en territorio palestino de Gaza y Cisjordania.