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Internacional

Armamentismo en progreso

Por Alfredo García

Como si no fuera poco el irreversible calentamiento ecológico del planeta, las grandes potencias compiten con la naturaleza, aumentando la temperatura en las relaciones internacionales.

EU realizó el pasado lunes una prueba “de variante de un misil crucero de ataque tierra-aire Tomahawk” desde la isla de San Nicolás, frente a la costa de California, con un rango de alcance superior a 500 kms. En 1987, los presidentes, Ronald Reagan de EU y Mijaíl Gorbachov de la URSS, en medio del auge de la “guerra fría”, firmaron el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF por sus siglas en inglés), prohibiendo a ambas potencias almacenar, probar o desplegar misiles terrestres convencionales o nucleares de alcance intermedio entre 500 y 5,000 kms.

Sin embargo entre mutuas acusaciones de violar el INF, el presidente, Donald Trump, anunció oficialmente el pasado 1 de febrero su salida del Tratado, cumpliendo la promesa hecha en octubre de 2018. Con anterioridad EU había acusado a Rusia de violar el Tratado durante la prueba del misil Novator 9M729, un proyectil de 1,700 kilos y 8 metros de largo, que según EU infringía el Tratado, mientras el presidente ruso, Vladimir Putin, denunciaba el incumplimiento del INF por parte de Washington con la instalación en 2015 del sistema antimisiles Aegis en Rumania. Tres semanas después de expirar el INF, el Pentágono realizó con éxito el ensayo del crucero terrestre. Trascendió que en la decisión de salida del Tratado por parte de EU, influyó la no existencia de control armamentístico de China y su creciente aumento en los gastos de defensa a quien Trump considera un potencial adversario a largo plazo. El Instituto de Investigación para la Paz Internacional de Estocolmo, SIPRI, estima que Moscú dedica a Defensa unos 67 mil millones de dólares al año (4,5% del PIB), mientras Washington invierte casi 610,000 millones de dólares, (3,1% del PIB).

El viceministro de Exteriores, Serguéi Riabkov, declaró: “Estas pruebas muestran que el Pentágono llevaba largo tiempo desarrollando el nuevo misil, ya que es altamente improbable que en un plazo de tiempo tan corto, los estadounidenses pudieran haber preparado el ensayo del lunes. Todo esto estaría demostrando que la Casa Blanca preparó con mucha antelación su renuncia al tratado INF, tanto su aspecto propagandístico como el militar y técnico”. Por su parte el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Geng Shuang, advirtió sobre “las graves consecuencias negativas para la seguridad regional e internacional” de la prueba del misil-crucero norteamericano.

La unilateral salida de EU del INF presagia un futuro incierto para el Tratado START, que limita las armas nucleares de largo alcance de EU y Rusia y expira en febrero de 2021. De correr la misma suerte que el INF, desaparecería la limitación vinculante y verificable de los dos mayores arsenales nucleares del planeta. La cancelación del INF significa que Rusia y EU pueden desarrollar y desplegar misiles balísticos nucleares terrestres de alcance medio y corto, que pueden bombardear objetivos de 500 a 5,500 kilómetros de distancia.

No es secreto que entre las prioridades de los presidentes, Trump y Putin, está el aumento en la producción del complejo militar industrial. Según el experto en Defensa ruso, Pavel Felgenhauer, “la carrera armamentística ya está en marcha. Lleva unos diez años”. (…) “Lo que es enormemente ventajoso para la industria militar de ambos países”. (…) “Los incidentes pequeños pueden llevar a un conflicto local, regional y en una perspectiva más alejada, a un enfrentamiento nuclear”, asegura el especialista militar.

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