BUENOS AIRES, Argentina, 14 de septiembre (EFE).- Las protestas ganan terreno en una Argentina marcada por la puja política de cara a las elecciones presidenciales de octubre próximo y por una crisis económica que se ha agravado en el último mes, detonando múltiples demandas sociales y sindicales.
El “agosto negro” que vivió el país en términos financieros, con un verdadero terremoto en los mercados y consecuencias severas en la economía real, ha tenido su correlato en las calles, con movilizaciones, bloqueos y acampadas de protesta en todo el país.
Un total de 524 piquetes es el saldo de agosto, la cifra más alta de cortes de protesta en lo que va del año, según el registro mensual que lleva la consultora Diagnóstico Político y que revela que los reclamos bajo esta metodología tuvieron un impactante aumento del 36 % en comparación con julio último.
De acuerdo con el informe de la consultora, a la cabeza de los bloqueos en agosto han estado las organizaciones sociales, con 149 cortes, seguidas por los trabajadores estatales, fuerzas políticas, sindicatos del sector privado, vecinos y grupos de desempleados.
Lejos de calmarse las aguas, todo hace prever que septiembre superará las cifras de agosto debido a un endurecimiento de las protestas, particularmente de los movimientos sociales, que esta semana han protagonizado una acampada de dos días en el centro de la capital.