Los recortes de tasas de interés pueden ser necesarios además del reciente movimiento del banco central para aliviar las restricciones crediticias
El crecimiento en la producción industrial de China cayó el mes pasado a su tasa más débil en más de 17 años, a medida que los aranceles de importación de EE. UU. Y la menor demanda interna afectaron a los propietarios de fábricas. Las mediciones de las ventas minoristas y la inversión también reforzaron la preocupación de que la segunda economía más grande del mundo tendría que hacer más recortes a las tasas de interés para impulsar el crecimiento después de que la semana pasada, su movimiento por parte de su banco central para aliviar las restricciones crediticias fue criticado por algunos analistas como "muy poco, demasiado tarde". El crecimiento de la producción industrial se desaceleró al 4,4% en agosto en comparación con el mismo mes del año anterior, por debajo del 4,8% en julio, para registrar el ritmo de expansión más lento desde febrero de 2002. Se entiende que el primer ministro Li Keqiang está preocupado porque una estrategia de reducir las emisiones de carbono para cumplir con los objetivos climáticos está perjudicando la producción de la fábrica al igual que la demanda nacional y mundial se está desacelerando. La situación ha empeorado en el último año a medida que Donald Trump amplió la cantidad de bienes capturados por los aranceles de importación de los productos chinos en los EE. UU. Las compañías chinas han respondido recortando la producción y repatriando inversiones en los Estados Unidos, al tiempo que buscan puntos de venta en otros mercados para sus productos. “Todo el sector manufacturero se ve afectado por la guerra comercial. La producción y las ventas de vehículos y electrodomésticos se han desplomado ”, dijo Richard Lu, analista de CRU en Beijing. Dijo que las empresas siderúrgicas también tuvieron un rendimiento inferior debido al aumento de los costos de las materias primas. Li dijo que era muy difícil para la economía crecer al 6% o más y que enfrentaba una presión a la baja. Las ventas minoristas no cumplieron con las expectativas, con un crecimiento que disminuyó a 7.5%, desde 7.6% en julio. Las ventas de automóviles continuaron una caída de un año, arrastrando hacia abajo las cifras generales de ventas. La inversión de capital fue otro punto débil, cayendo a un crecimiento del 5.5% durante los primeros ocho meses del año respecto al mismo período en 2018, por debajo del 5.7% del período entre enero y julio. Los analistas Wei Yao y Michelle Lam de Société Générale dijeron que la reducción del coeficiente de reservas requeridas (RRR) por parte del banco central, el Banco Popular de China (PBoC), permitió a los bancos reducir sus reservas, liberando más fondos para préstamos. Pero es probable que el movimiento sea seguido por recortes de tasas de interés más directos. "Teniendo en cuenta los últimos datos, el recorte de tasas de la semana pasada ahora parece un caso de 'muy poco, demasiado tarde'", dijeron. “Antes de que salieran los datos, pensamos que un recorte de la tasa de interés y un recorte de RRR en un mes podría considerarse demasiado desesperado. Pero ahora, creemos que incluso un recorte de tasas [pequeño] mañana podría parecer tímido. Una señal clara de que el PBoC quiere tasas de interés más bajas es casi necesaria ahora ”, agregaron. Varios analistas dijeron en las últimas semanas que el crecimiento económico de China ya estaba probando el extremo inferior de la meta anual de Beijing de aproximadamente 6% -6.5%, lo que probablemente estimulará una mayor flexibilización de las políticas. El crecimiento del segundo trimestre se enfrió a 6.2%, el más débil en casi 30 años. Louis Kuijs, jefe de economía de Asia en Oxford Economics , dijo: "El principal riesgo a la baja es que las autoridades no intensifican el apoyo político lo suficiente". Existe la posibilidad de que Beijing se vea obligado a aumentar el gasto para complementar los recortes en las tasas de interés después de que las cifras mostraron que la producción mensual de acero crudo de China parecía impulsar artificialmente la producción general en agosto. Las acerías aumentaron la producción antes de los recortes de producción que se espera que comiencen en octubre como parte de la campaña contra la contaminación de Beijing. La producción total de acero bruto fue de 87,25 millones de toneladas el mes pasado, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas, un 2,4% más que los 85,22 millones de toneladas de julio y un 9,3% más que el año anterior.