NACIONES UNIDAS, 23 de septiembre (EFE).- “Triste y enfadada”, la adolescente activista climática Greta Thunberg impactó este lunes con toda la rabia de un meteorito en la sede de Naciones Unidas para recriminar a los líderes mundiales su inacción para revertir la crisis climática y para decirles que los jóvenes sí van a actuar.
Inmediatamente después de su intervención, junto a otros 15 niños y jóvenes de distintos países, presentó una queja oficial ante el Comité de Naciones Unidas para los Derechos del Niño, para protestar por la falta de acción de los Gobiernos ante el calentamiento global.
Después de que la órbita de la adolescente sueca se hubiera aproximado en otras tres ocasiones a la sede de la ONU hoy ha hablado con toda su fuerza frente a decenas de jefes de Estado y de Gobierno.
“Se están muriendo los ecosistemas, estamos a las puertas de una extinción masiva”, dijo la activista sueca de 16 años, que acusó a los líderes mundiales de mirar para otro lado o pensar únicamente en el dinero.
La canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, Emmanuel Macron; o el indio, Narendra Modi, la escuchaban.
“Estamos muy lejos de estar a la altura”, reconoció Macron en su intervención de hoy tras escuchar “emocionado” los discursos de Greta y otros dos jóvenes activistas.
El meteorito Greta, que hoy se presentó con coleta y una blusa rosa ante los dirigentes, desembarcó en Nueva York entre vítores de apoyo y aplausos de otros activistas el pasado el pasado 28 de agosto.
Llegó a la ciudad de los rascacielos después de dos semanas de travesía por el océano Atlántico a bordo de un velero que no se propulsaba con combustibles fósiles y, desde entonces, su mensaje no ha dejado de crecer y atraer adeptos, tanto en Nueva York y Washington como en todo el planeta.