WASHINGTON, Estados Unidos, 15 de enero (AFP) - Tras casi dos años de conflicto, Estados Unidos y China, las mayores economías del mundo, firmaron el miércoles una tregua que genera alivio en todo el mundo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien esta jaqueado por un juicio político que puede costarle el cargo, calificó de “trascendental” el acuerdo.
No obstante, los aranceles sobre productos importados en cientos de miles de millones de dólares seguirán vigentes, por lo cual los consumidores y empresas estadounidenses deberán seguir pagando la cuenta.
El acuerdo, llamado de “fase uno”, incluye el compromiso de China de elevar sustancialmente sus compras de productos estadounidenses, proteger la tecnología estadounidense y aplicar nuevos mecanismos de cumplimiento de normas comerciales.
“Hoy damos un paso trascendental que nunca hemos dado antes con China” y que asegurará “un comercio limpio y recíproco”, dijo Trump en la ceremonia del firma del texto en la Casa Blanca.
Mientras Trump hablaba largamente y sin pausa, las principales cadenas de televisión interrumpieron la transmisión en vivo de la ceremonia para dar paso a la presentación en el Congreso de los cargos en su contra.
La distensión de las fricciones entre ambas potencias animó a los mercados en las últimas semanas, en tanto la imposición de nuevos aranceles salió de escena.
Trump firmó el acuerdo con el viceprimer ministro de China Liu He, que fue el principal negociador de Pekín.
Trump también agradeció al líder chino Xi Jinping y dijo que visitaría a China “en un futuro no muy lejano.”.
¿Qué dice el acuerdo?
China aceptó importaciones adicionales de bienes estadounidenses por 200,000 millones de dólares en dos años, según el texto firmado en la Casa Blanca por Trump y Liu.
Esa cantidad incluye 32,000 millones de dólares en productos agrícolas y marinos, casi 78,000 millones de dólares en bienes como aeronaves, maquinaria y acero, y 52,000 millones de dólares en productos del sector de energía.
Los agricultores estadounidenses han sido duramente golpeados por la guerra arancelaria; la exportación de soja a China, por ejemplo, cayó a 3,000 millones de más de 12,000 millones en 2017. El gobierno dio 28,000 millones de dólares en ayudas a los productores agrícolas en los últimos dos años.
Pero muchos economistas se preguntan si existe la capacidad para cubrir tal demanda.
Pero mantendrá el 25% de gravámenes sobre una vasta gama de bienes y componentes industriales chinos por valor de 250,000 millones de dólares utilizados por los fabricantes estadounidenses y también los aranceles de represalia de Pekín sobre bienes de su contraparte valorados en más de 100,000 millones de dólares.
El mandatario estadounidense, que ha estado promocionando la Fase 1 como un pilar de su campaña a la reelección este año, aseguró que aceptaría eliminar las tarifas restantes una vez que ambos países hayan negociado la “Fase 2” del tratado. Agregó que dichas negociaciones comenzarían pronto.