WASHINGTON, EE.UU., 23 de enero (AFP).- El reloj del apocalipsis, imaginado en 1947 para simbolizar la inminencia de un cataclismo planetario, fue adelantado hasta marcar 100 segundos para la medianoche por el grupo de científicos que lo maneja, que destacaron los peligros que suponen el cambio climático y la proliferación nuclear.
“Ahora estamos expresando en segundos el tiempo que separa al mundo de la catástrofe y el desastre, no en horas o minutos”, explicó Rachel Bronson, presidenta y directora ejecutiva del Bulletin of Atomic Scientists, en la conferencia de prensa que realizan cada enero en Washington.
El año pasado, el reloj indicaba dos minutos para la medianoche. Por lo tanto, la manecilla avanzó 20 segundos.
Un grupo de expertos, incluidos 13 galardonados con el Premio Nobel, establece cada año la nueva hora.
Originalmente, después de la Segunda Guerra Mundial, el reloj indicaba la medianoche menos 7. En 1991, al final de la Guerra Fría, la aguja había retrocedido hasta 17 minutos antes de la medianoche. En 1953, así como en 2018 y 2019, mostró la medianoche menos 2.
En el frente nuclear, los científicos han constatado el desmantelamiento del mecanismo de control internacional de armas, con la retirada de Estados Unidos y Rusia del Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF) en 2019.
El Estados Unidos de Donald Trump amenaza con no renovar el tratado New Start sobre armas nucleares estratégicas, firmado en 2010, después de su vencimiento en 2021.
“Este año, podemos ser testigos de otros eventos además del colapso total del acuerdo nuclear iraní”, dijo la experta Sharon Squassoni.
En cuanto a Corea del Norte, las negociaciones directas de Trump con Kim Jong Un aún no han dado sus frutos, señaló.
Los expertos subrayaron también el fracaso de dos grandes cumbres dedicadas al clima, que no generaron los compromisos necesarios de los principales países contaminantes para revertir la curva de emisiones de gases de efecto invernadero.
El año 2019 fue el segundo más caluroso registrado, después de 2016, y el cambio climático se manifestó con récords de calor, el derretimiento del Ártico e incendios excepcionales en Australia.
“Si la humanidad está empujando el clima hacia lo opuesto a una era de hielo, no tenemos ninguna razón para creer que este mundo siga siendo acogedor para la civilización humana”, dijo Sivan Kartha, del Stockholm Environmental Institute.
El grupo también enumeró otros culpables de la descomposición social, como las campañas de desinformación y los videos “deepfakes”, así como el surgimiento de armas basadas en la inteligencia artificial, como los drones capaces de matar sin supervisión humana, para no mencionar la nueva militarización del espacio.