El próximo 15 de octubre se tenía programado el segundo debate entre el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden.
Para proteger la salud de ambos, así como la de todos los involucrados, la Comisión de Debates Presidenciales anunció que se realizaría de manera virtual; sin embargo Donald Trump se opuso, negando su participación.
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"Los participantes de la reunión y el moderador, Steve Scully, productor ejecutivo senior y editor político, C-SPAN Networks, estarán ubicados en el Centro Adrienne Arsht para las Artes Escénicas del Condado de Miami-Dade en Miami, Florida", se lee en el comunicado oficial.
Pocas horas después del anuncio de parte de la Comisión, Donald Trump declaró: “No voy a perder el tiempo con un debate virtual”.
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El presidente de Estados Unidos aseveró que la decisión se tomó para “tratar de proteger” al candidato demócrata, expresando que de manera virtual, él no se involucrará.
La campaña de Biden se mostró preocupada por la salud del candidato, ya que se había previsto que el debate se realizara tan sólo dos semanas después de que Trump se contagiara de COVID-19, así como otros funcionarios de la Casa Blanca.
Antes de la decisión de la Comisión, Biden se había mostrado dispuesto a presentarse al debate presencial con todas las medidas de seguridad necesarias.
En entrevista con la cadena Fox, el presidente de Estados Unidos aseguró además que no había sido informado de los cambios antes de que fueran anunciados públicamente.
Trump se alegra del contagio
Después de atravesar duros momentos con fuertes síntomas por su contagio de COVID-19, Donald Trump afirma sentirse “muy bien” y describe la enfermedad como “una bendición de Dios".
Tras su alta de hospitalización, el presidente regresó al despacho oval ayer, miércoles 7 de octubre, y según su médico Sean Conley, no ha mostrado síntomas de la enfermedad en las últimas 24 horas, además lleva cuatro días sin fiebre.
Al respecto de su exitosa recuperación, el mandatario expresó que desea que todos los estadounidenses tengan acceso al tratamiento que recibió, prometiendo proporcionar el fármaco de por Regeneron Pharmaceuticals de forma gratuita.
Dicho tratamiento consiste en un “coctel experimental” de anticuerpos. Trump aseguró que ya hay cientos de miles de dosis del medicamento casi listas, a pesar de que aún no ha sido aprobado por los reguladores federales.
"Esta fue una bendición oculta. Me contagié, oí lo que podía hacer esta medicina, pedí que me dejaran tomarla y fue increíble", narró, además de mencionar que está buscando que sea autorizarla.
Su condición física ha mejorado de forma que asegura sentirse “mejor que hace veinte años”.
Cerró sus declaraciones lanzando una fuerte crítica a China, culpándola por la pandemia y aseverando que "No fue culpa de los estadounidenses que esto sucediera. Fue culpa de China. Y China va a pagar un alto precio por ello. Fue culpa de China", reafirmó.
Por Redacción Digital Por Esto! MF