MONTEVIDEO, Uruguay, 26 de febrero (AFP).- Movilizadas de nuevo en las calles de México, Argentina o Chile, las feministas latinoamericanas mantienen la presión sobre sus gobiernos, decididas a conseguir avances concretos contra la violencia machista y a favor del aborto.
El 19 de febrero, decenas de miles de mujeres argentinas se reunieron una vez más frente al Congreso de Buenos Aires. Fue la primera movilización del año a favor de la legalización del aborto, un tema que quieren que sea debatido de manera rápida por los legisladores.
“¡Esta vez será histórica!”, dice Mabel Gabarra, abogada y fundadora de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, una demanda que no ha dejado de crecer desde hace una década y que ahora está en el centro del debate político.
Después de que el Senado argentino rechazara la legalización del aborto en agosto de 2018, las feministas cuentan ahora con la renovación parcial de la Cámara Alta en las elecciones de diciembre, que dieron mayoría a la coalición del presidente de centroizquierda Alberto Fernández.
“La historia de los movimientos feministas muestran que las movilizaciones deben imponer un equilibrio de poder, hay que mantener la presión”, afirma la historiadora Lissell Quiroz-Pérez, especialista en América Latina y en feminismo de la Universidad de Rouen (Francia), que destaca el enorme movimiento de las argentinas en los últimos años sobre temas feministas.