WASHINGTON, EE.UU., 6 de febrero (AFP/EFE).- Exultante pero rencoroso tras ser absuelto en un amargo proceso de destitución, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se desató el jueves contra sus “viles” oponentes demócratas, en un acto en la Casa Blanca que definió como una “celebración” y tuvo tono electoral.
Ante decenas de legisladores republicanos, miembros de su equipo legal, su esposa Melania, su hija Ivanka y otros allegados, el presidente republicano agradeció el apoyo durante “el calvario” que dijo haber vivido y se despachó con saña contra sus contrincantes políticos, que lo sometieron al tercer juicio político de la historia de Estados Unidos.
Las palabras del 45º presidente de Estados Unidos se esperaban con ansias luego de un procedimiento en el Congreso que dejó en evidencia la profunda polarización en el país de cara a las presidenciales de noviembre, en las que Trump buscará renovar su mandato otros cuatro años.
“Esto realmente no es una conferencia de prensa, no es un discurso. Es una celebración”, enfatizó Trump, horas después de haber sido exonerado en el Senado.
El mandatario era acusado de usar su cargo para su propio beneficio político al presionar a Ucrania para que investigara a quien podría disputarle la reelección, así como de tratar de bloquear las pesquisas sobre el tema una vez desatado el escándalo.
En una votación formal el miércoles, seguida en vivo por televisión por decenas de millones de estadounidenses, la Cámara Alta de mayoría republicana votó 52-48 para absolver a Trump de abuso de poder y 53-47 para librarlo de la acusación de obstrucción del Congreso, los dos cargos en su contra aprobados el 18 de diciembre por la Cámara de Representantes controlada por los demócratas.
“Pasamos por un calvario injustamente. No hice nada mal -he hecho cosas mal en mi vida, lo admito... no a propósito, pero he hecho cosas mal-. ¡Este es el resultado final!”, dijo Trump, blandiendo triunfalmente la portada del Washington Post con el titular “Trump absuelto” y deleitarse de otras tantas primeras planas “fantásticas”.
Trump criticó veladamente al republicano Mitt Romney, el único que votó a favor de la destitución. “No me gusta la gente que utiliza sus creencias como justificación para hacer algo que saben que está mal”, dijo, luego de que el senador anunciara el miércoles que votaría siguiendo su “conciencia” y su “fe mormona”.
También sentenció que lo de Rusia fue “todo una puta mentira”, en aparente alusión a la conclusión de las agencias de inteligencia estadounidenses de que Moscú interfirió en las elecciones de 2016 para ayudarle a ganar.
La audiencia para el discurso del Estado de la Unión del presidente Donald Trump sufrió una fuerte caída en la mayoría de las principales cadenas de televisión, con la excepción de Fox News Channel.
La compañía Nielsen calculó que unos 37,2 millones de personas vieron en vivo el discurso transmitido el martes en 12 cadenas de televisión, la audiencia más baja de su presidencia. La cifra representa una caída respecto a los 46,8 millones de televidentes que vieron el evento el año pasado.